jueves, 7 de abril de 2011

CON LOS PIES EN LA TIERRA


Científicos mexicanos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) desarrollan un cemento a base de geopolímeros (polímeros sintéticos inorgánicos) que reduce hasta un 80 por ciento las emisiones ambientales y en un 50 por ciento el consumo de energía requerido para su elaboración.

"El cemento es el segundo producto más empleado después del agua en el mundo, debido al crecimiento demográfico que en muchas ciudades exige el desarrollo de infraestructura, edificios y viviendas", indicó el Cinvestav, que depende del Instituto Politécnico Nacional, en un comunicado.

Sin embargo, su uso intensivo "va en detrimento del medio ambiente, el cual está siendo bombardeado con grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) que se producen" al elaborarlo, señaló el organismo.

Los científicos de la Unidad Saltillo del Cinvestav desarrollan desde hace trece años varios tipos de cementos alternativos, entre ellos uno a base de geopolímeros, "con mayor resistencia, durabilidad, de bajo impacto ambiental y económico".
José Iván Escalante García, titular del proyecto, precisó que la idea es sustituir el cemento tipo Portland, el más utilizado por la industria de la construcción.

Según el científico, cada año se fabrican alrededor de dos mil 500 millones de toneladas de cemento a escala mundial, lo que representa más del 8 por ciento de las emisiones contaminantes generadas en el planeta.

El cemento a base de geopolímeros no emplea carbonato de calcio en su elaboración, y se procesa a una temperatura de solo 750 grados centígrados a diferencia de los 1450 grados centígrados empleados para obtener la cal del cemento convencional.

Además, se puede incorporar en su elaboración desechos industriales como cenizas de plantas termoeléctricas, escorias metalúrgicas y otras materias primas que no requieren procesamiento térmico alguno, lo que reduce hasta en un 80 por ciento las emisiones ambientales implicadas en su desarrollo, explicó.

El experto detalló que "los geopolímeros pueden formularse para obtener materiales con mayor resistencia y durabilidad", y destacó que la fabricación de ese cemento resulta más barata que la del tradicional, porque requiere un 50 por ciento menos de energía.

A través de estos esfuerzos, científicos mexicanos ponen los pies en la Tierra y buscan cimentar ideas y alternativas que causen un impacto positivo en nuestra sociedad y en la ecología mundial.


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