La falta de un marco fiscal que incentive la inversión y el alto costo de la maquinaria de importación que se emplea para el reciclaje, son dos de los motivos que frenan la consolidación de la industria del reciclaje en México, explican empresarios.
El presidente de la Asociación Nacional de la Industria del Plástico (ANIPAC), señaló que el primer problema del sector es la incertidumbre que genera no poder deducir la materia prima (basura), sobre el pago de impuestos, ya que en los negocios de reciclaje de plástico, vidrio, cartón y papel no sucede así, pues la mayoría de los pepenadores o recolectores de basura no emiten factura por lo que venden.
No existe una motivación para que se invierta en este negocio, y por esto mismo, prefieren exportar la basura a China que someterla a procesos dentro del país (los cuales no son suficientes para poder reciclar todo el material disponible.
Actualmente, se vende mucha basura a China, país que la transforma en otros bienes como ropa y calzado y la regresan con un valor agregado 10 veces mayor al que lo compraron. A pesar de esto, existe un potencial enorme para la industria del reciclaje en el país, ya que tan sólo en la Ciudad de México se producen mil 200 toneladas de basura plástica diariamente, pero sólo se reciclan alrededor de 350 toneladas, por lo tanto hay mucho campo donde competir. Por su parte, Jorge Martínez Montes, director general de la Asociación Mexicana del Envase y el Embalaje, señaló que otro factor es que las máquinas que se necesitan para estos procesos son muy caras y sólo pueden traerse de otros países, por lo que para ningún empresario extranjero o nacional le resulta atractivo entrar a este ramo.
Comentó que sólo existen en el país tres empresas que se dedican al reciclaje de plástico y sólo pueden llegar a trabajar con 10 % de lo que se desecha en el país.
Los empresarios señalaron que poner una planta en el país puede llegar a costar hasta 10 millones de dólares, dependiendo de dónde se compre la maquinaria, la capacidad que se requiere y la calidad de la misma.
El proceso de reciclaje del plástico, inicia desde que es recolectado por los pepenadores, mismos a los que se les compra el material para pasarlo al lavado, una vez limpio, el material es reinsertado a una máquina peletizadora que lo reduce al tamaño de una perla, la cual es vendida a las empresas para que lo transformen en otros productos como vasos, bolsas y recipientes, entre otros. En las máquinas de lavado de plástico se necesita una inversión de 100 mil hasta un millón de dólares, mientras que las peletizadoras cuestan de 300 mil dólares hasta un millón de euros.
Otra de las quejas de los empresarios es la poca cultura de la gente en separar sus desperdicios, los cuales en muchos casos ya no pueden ser reciclados porque se contaminan al ser mezclados con otros elementos. El país que más reciclaje mecánico tiene en el mundo es Alemania con 42%, y su sistema lo lleva a tener una tasa de reciclaje del 90%.
La responsabilidad de separación de los desechos radica en la población y el gobierno, puesto que la separación debe hacerse desde los hogares y el gobierno debe comprometerse a mantenerla separada, ya que esto ayudaría en gran medida a agilizar el proceso.
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