Los
juegos tradicionales siempre han tenido grandes ventajas. Además de pasar un
bonito momento en familia, a través de estos juegos, puedes transmitir grandes
tradiciones a tus peques. Conoce las ventajas de los juegos tradicionales, y
llévalos a la práctica.
Son juegos en grupo. Los juegos en
grupo ayudan a los pequeños a poner límites, ceder, respetar y tener paciencia
con otros niños. Este es un proceso de integración de tu pequeño, donde habrá
desacuerdos, malos entendidos y lágrimas. Pero es una oportunidad única para
que tu peque busque colocarse dentro de un grupo y aprenda a relacionarse.
Tienen reglas. Es característico de los juegos
tradicionales tener reglas, que tienen una validez histórica. Por ejemplo, todo
el mundo sabe que para jugar a las escondidas tiene que haber alguien quien cuente
y otros que se escondan. Tus peque deben comprender que no pueden poner sus
propias condiciones; tienes que seguir las reglas preestablecidas.
Son infantiles. No requieren la
vigilancia de un adulto. Tienen la gran ventaja de poderse jugar de momento sin
planeación ni preparación. Son un medio para juntarse de repente y compartir
una actividad espontánea. En estos juegos los niños exploran sus propios gustos
y practican sus habilidades físicas y sociales.
Son universales. Al jugar a
quemados, bote pateado o avión, tu hijo se estará conectando con niños
alrededor del mundo quienes juegan y han jugado estos juegos a través de
generaciones. Enseñar los juegos
tradicionales a los más pequeños, es una forma de transmitir las experiencias y
costumbres a la siguiente generación.
Jugar
estos juegos típicos les da a los peques pertenencia en una comunidad global, y
una manera de identificarse con los pasatiempos de su propia familia.
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