Practicar yoga con tu bebé no solo te servirá para
pasar un tiempo adorable a su lado, además, podrás tonificar todo tu cuerpo a
medida que ayudas a desarrollar sus habilidades motoras. Mientras desafías los muslos, los brazos y los hombros durante la
práctica de yoga suave, tu bebé también gozará de los beneficios. Esto les ayudará
a dormir más tiempo y a estimular su desarrollo mental y físico.
Los movimientos de yoga pueden imitar el movimiento de
balanceo suave que tu bebé sentía en el útero. Esto estimula la respuesta de
relajación en los dos, además, los ayudará a dormir más y mejor.
Se recomienda que los bebés realicen actividad física
diaria, y el yoga es una opción suave para el arranque y la manera perfecta
para encaminar a tu bebé a una vida llena de ejercicio.
Para evitar cualquier interrupción, procura alimentar
y cambiar a tu bebé antes de empezar. Coloca una manta suave en la parte
superior de tu estera de yoga para que descanse. Calienta comenzando con el
cuello y la cabeza durante 10 minutos.
Uno de los ejercicios que puedes hacer con tu pequeño
es: Párate sosteniendo a tu bebé con la espalda apoyada en el centro de tu
pecho. Pon tu mano derecha debajo de su trasero, como si fuera un asiento para
él. Coloca la mano izquierda sobre el pecho de tu bebé, y procura que su
cabecita quede en posición vertical.
Coloca tus pies más allá de la anchura de las caderas, con los dedos apuntando
ligeramente hacia afuera. Inhala profundamente y alarga la columna vertebral,
luego exhala, bajando poco a poco en una posición en cuclillas o mientras cargas
al bebé firmemente a tu pecho. Poco a poco sube de nuevo hasta la posición
inicial. Repite de 3 a 10 veces.
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