Hay
muchas formas en las que los empleados y propietarios de empresas pueden
ahorrar energía dentro de la oficina. Una acción simple puede ser un cambio
grande; sólo hay que ser conscientes del ecosistema y realizar pequeñas
acciones de mantenimiento:
Apaga las luces que no están en uso. Esto es especialmente importante en los salones que
están vacíos durante porciones significativas del día, como las cocinas de las
oficinas, la sala de copias o los baños. Considera la instalación de
temporizadores o sensores de movimiento para ahorrar energía y dinero.
Cambia el sistema de iluminación. Retira las bombillas incandescentes que son ineficientes
y costosas, y reemplázalas con luces fluorescentes compactas. No sólo utilizan
una cuarta parte de la energía utilizada por las bombillas tradicionales, sino
que además duran más tiempo.
Bloquea la luz solar que entra por las ventanas durante
los meses de verano. Mediante el uso de
persianas y cortinas, puedes reducir la cantidad de tiempo que tendrás que usar
un sistema de aire acondicionado. Utiliza aleros en las ventanas para ayudar a
bloquear la luz solar no deseada.
Reemplaza equipos de oficina viejos con
nuevos que sean más eficientes a la hora de ahorrar energía. Las nuevas
impresoras y máquinas de fax están diseñadas para entrar en el modo de reposo
cuando no están en uso.
Recicla papel siempre que sea posible. Configura las copiadoras para que impriman en ambos lados
de las páginas. Alienta a los empleados a re-usar papel para tomar notas.
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