Si tienes hermanos o primos probablemente recuerdes muchas de las experiencias que vivieron juntos. Hoy sabes que aunque en ese instante quizá la convivencia parecía insignificante, de una manera u otra esos momentos marcaron parte de tu vida.
Bajo esa misma lógica, te extendemos la invitación para que crees dinámicas de ecología y consciencia ambiental entre tus hijos. Esto no necesariamente implica revolucionar todas tus actividades, sino encausarlas en la cotidianeidad desde una perspectiva verde.
Por ejemplo, si tienes un hijo de menos de cinco años y un bebé, una manera de aminorar los típicos celitos es diciéndole al más grande que es el encargado oficial de enseñarle a su hermano pequeño a cuidar la naturaleza. No sólo sentirá orgullo al marcar el buen ejemplo en la familia, sino que en verdad tendrá una influencia importante en la vida del bebé.
Conforme pase el tiempo y tus peques crezcan, incluso pueden establecer actividades donde cada uno es el líder o el jefe de determinada área. Quizá, cada noche puedan jugar a revisar que cada uno de los focos que no se están usando en la casa estén apagados, o que las llaves del agua estén cerradas si nadie las está ocupando.
Si solo tienes un hijo y todavía es bebé, enséñale con tu ejemplo y ayúdalo a comprender la importancia de sus acciones en su entorno. Ya sea con sus primos o con los amigos que vaya haciendo en la guardería o el kinder, puede enseñarles a cuidar de los ecosistemas.
El objetivo es que a través de un enfoque lúdico tu familia se involucre en la protección del planeta y a su vez se genere una reacción en cadena que poco a poco contagie a la sociedad. ¡Gracias por ser parte de la Generación BioBaby”
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