Es común escuchar la frase “el desayuno es la comida más importante del día” pero, ¿por qué lo dicen? Si antes pensabas que era sólo un dicho de la cultura popular, después de leer esto seguramente cambiarás de opinión.
Para empezar la palabra lo dice todo. Des-ayuno. Cuando tu peque o cualquier ser humano se va a dormir, transcurren varias horas, a veces hasta ocho o diez, donde el estómago y por ende el cuerpo no recibe ningún nutrimento. A esto se le llama ayuno y cuando comes el primer bocado por la mañana se rompe ese ayuno.
Durante la noche la velocidad del metabolismo disminuye, ya que el cuerpo requiere toda la energía disponible para realizar procesos importantes a través del sueño como la administración de los aprendizajes del día y la reparación de las células.
Al despertar por la mañana, el cuerpo se “activa” de nuevo y vuelve a necesitar energía inmediata para desenvolverse sanamente durante el nuevo día. Por ello es tan importante desayunar, pues se echan a andar muchos sistemas en el cuerpo.
El desayuno, además, fomenta un buen metabolismo, que es requerido para una buena salud en general. Para un adulto es muy importante para mantener el control adecuado del peso, el buen funcionamiento hormonal, digestivo, circulatorio y celular en general. Por otro lado, para un niño pequeño el desayuno es aún más importante, ya que su cuerpo crece día a día y necesita todos los nutrientes necesarios para alcanzar su mejor nivel de desarrollo.
Los expertos recomiendan jamás dejar pasar más de 45 minutos desde el momento en que se despierta hasta el momento en que come el primer bocado. Esto asegura un óptimo inicio para el resto del día. Es importante incluir proteína, fibra y carbohidratos en el desayuno, de preferencia libre de azúcares refinados. Ojo, el agua no es comida.
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