Ayuda a eructar a tu bebé

Como mamá primeriza y algunas veces hasta experimentada existen muchas cosas que sabes que tienen que suceder con tu bebé. Por ejemplo, verlo sonreír, darle su primer baño y claro está, ayudarlo a que expulse el aire que succionó al estar tomando pecho o mamila; sin embargo, algunas veces ese sonido que tanto esperas no se produce y las molestias comienzan a hacerse presentes.

Cuando estás alimentando a tu bebé y deja de succionar, normalmente es porque ya ha comido suficiente, pero si comienza a agitarse y mover brazos y piernas es porque algo le molesta. La incomodidad que tu bebé siente es producida por el aire que tragó durante la toma y es común que les suceda a los peques que tienen buen apetito o comen muy rápido; puedes calmarlo con un masaje y con caricias pero será necesario que tomes nota al respecto y no dejes pasar tanto tiempo.

Observar a tu bebé te ayudará a conocer mejor sus ritmos de alimentación, es decir, si detectas que durante las tomas busca cambiar de posición o pasa la lengua alrededor del pezón o biberón es porque necesita hacer una pausa y eructar; esto le ayudará a ingerir lo que ya ha comido. Para ello puedes sentarlo sobre tus rodillas y darle un descanso de algunos minutos para después retomar su hora de comida. No todos los niños necesitan de esta pausa, te darás cuenta si tu hijo es uno de ellos cuando al interrumpirle la alimentación llore.

Te damos 4 consejos para ayudar a que tu bebé no se quede con aire:

1. Apoya su cabeza sobre tu hombro mientras mantienes su espalda erguida y su pancita sobre tu pecho. Masajea su espalda de abajo hacia arriba hasta que logre eructar.

2. Siéntalo sobre tus rodillas mientras lo inclinas ligeramente hacia adelante, apoyado sobre tu mano derecha. Dale pequeños golpes en la espalda hasta que expulse el aire retenido.

3. De nuevo, sobre tus rodillas, acuéstalo boca abajo mientras apoyas su cabecita en uno de tus muslos. Con la mano derecha, masajea su espalda con movimientos suaves y regulares hasta que pueda eructar.

4. Cuando el bebé ya tenga más de tres meses, puedes sentarlo sobre tus rodillas con la espalda erguida mientras lo sujetas por debajo de las axilas. Mantenlo en esta posición hasta que expulse el aire.