martes, 3 de noviembre de 2015

El consumo responsable





El último viernes de noviembre se destina al Día Internacional contra el Consumismo. No se trata de no comprar sino de reflexionar para darnos cuenta lo que en realidad necesitamos o deseamos. ¿Cuántas veces compramos cosas que no sirven para nada y debilitan la economía del hogar?

El consumo responsable propone beneficiarse de los recursos que podemos adquirir y  evitar en el hogar el desperdicio de alimentos, vestuario, enseres domésticos, artículos de papelería, juguetes, agua, gas, combustibles y electricidad, entre otros. Revisa el clóset, te sorprenderá la cantidad de cosas que usaste muy poco, pero las compraste pensando que eran indispensables. ¿Por qué desperdiciar el dinero que puede ser invertido en salud, educación o esparcimiento familiar?

Cada vez que adquirimos un objeto o un servicio satisfacemos un deseo o una necesidad, al mismo tiempo colaboramos económicamente con quienes lo han hecho posible. Antes de comprar se sugiere establecer si el producto o servicio es el que más beneficia y asegurarse de a quién se entrega el dinero. Con las compras potenciamos los intereses de los productores y en ocasiones podemos no estar de acuerdo con su filosofía. Por ejemplo, si deseamos impulsar la economía en nuestra comunidad, es preferible adquirir productos o servicios locales. Si no se desea apoyar empresas que contaminan el ambiente, basta con no consumir los productos que fabrican.

¿Cuántas veces te ha decepcionado el viaje que contrataste? ¿La película? ¿Se despintó la blusa, perdió su forma o se encogió con la primera lavada? Al elegir las ofertas se recomienda guiarse por la calidad y no por el precio o la apariencia del producto. Evita las compras impulsivas, decide con inteligencia y no te dejes envolver por la mercadotecnia.

El consumo responsable o consciente, con el tiempo, se convierte en un estilo de vida. Para iniciarlo se sugiere:
Revisa la despensa y el refrigerador antes de ir de compras.
Lee las etiquetas de los productos y revisa la fecha de caducidad.
Las ofertas pueden no ser útiles para ti. Piensa antes de echar el producto al carrito.
Procura que los artículos sean amigables con el ambiente.
Ten en cuenta el impacto ambiental del producto que adquieres, cuando decidas desecharlo.
Antes de comprar infórmate acerca de la garantía, el servicio y la durabilidad.
Revisa las tallas de la ropa, el cuidado al lavarlas y los materiales con las que fueron confeccionadas.
Si se trata de un producto nuevo infórmate antes de adquirirlo.
Da preferencia a productos y empaques biodegradables.
Busca los electrodomésticos ahorradores de energía.
Considera las consecuencias de tu compra y compara el costo-beneficio.
En el caso de servicios, infórmate de la seriedad y profesionalismo de quienes lo ofrecen.

El consumo responsable se ajusta a las necesidades reales, busca calidad y cuida la economía familiar. El comprador consciente sabe que la felicidad, la estabilidad económica, el bienestar en el hogar, la salud y el amor no vienen dentro de un lujoso empaque.

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