viernes, 19 de febrero de 2016

Las lagañas en el recién nacido





Las lagañas consisten en una secreción incómoda que aparece en las comisuras de los ojos, especialmente al despertar. En los bebés, las glándulas encargadas de la producción de lágrimas, fundamentales para la higiene natural de los ojos, pueden obstruirse por diferentes motivos. Debido a la obstrucción las lágrimas no pueden fluir de manera normal, se acumulan e infectan con facilidad.

En los recién nacidos es frecuente la obstrucción de los lagrimales. Usualmente se soluciona, en unos pocos días, con los cuidados higiénicos en casa.

La primera sugerencia consiste en lavar con delicadeza los ojos del bebé con una gasa estéril para cada ojo, mojada en agua hervida templada, o con suero fisiológico, que puedes adquirir en la farmacia. El movimiento debe hacerse desde el lagrimal hasta el rabillo del ojo. En la actualidad no se recomienda la infusión de manzanilla, debido a que el bebé puede ser intolerante a ella y esto le causaría irritaciones. Procura asearlo dos o tres veces durante el día con el agua hervida tibia o el suero, así evitarás que los gérmenes entren a los ojos.

El siguiente paso es dar un masaje suave, con tu dedo índice limpio, en la zona que se encuentra entre el puente de la nariz y el lagrimal. Hazlo cada vez que lavas sus ojos y facilitarás el drenaje de las lágrimas. 

Cuando los párpados amanecen pegados, no intentes abrirle los ojos, primero debes humedecerlos con la gasa estéril mojada en agua hervida y tibia, o el suero. Con suavidad moja y ve despegando poco a poco las lagañas. Usa las gasas que sean necesarias y evita emplear la misma gasa para los dos ojos.

Algunos bebés son sensibles a la luz solar directa o al polvo. De ser este tu caso, la sugerencia es cubrirlo con una gorrita, visera o sobrero cuando salen a pasear, en especial durante la primavera y el verano. Si el bebé lo acepta, ponle lentes oscuros. Se verá hermoso, además, estará protegido.

Si las lagañas persisten, son abundantes, el color es amarillento o verdoso, valdrá la pena consultarlo con el pediatra. Ese tipo de secreciones usualmente se deben a una conjuntivitis por bacterias, o por algún tipo de alergia. El especialista te indicará el tratamiento adecuado que consiste en la aplicación de una pomada o colirio con antibiótico.

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