Cocina sin estrés

Para muchas mamis y papis el tema de la comida es un suplicio. No siempre hay tiempo para cocinar todos los días y sabemos que los niños están muy acostumbrados a comer.

Por eso en BioBaby queremos compartir con ustedes algunas recomendaciones para que puedan tener una vida más tranquila al saber que la comida estará lista todas las tarde en la mesa de comedor.

Primero hay que planificar las comidas, muchos creen que las mamás y los papás tienen súper poderes ya que logran ir a trabajar, cuidar a los peques y no perder la cabeza en un solo día, este súper poder se llama “planificación”. Organizar las tareas diarias hace más fácil todo, de esta forma ahorrarán tiempo, dinero y evitarán perder la cabeza en caso de algún imprevisto.

Les recomendamos planear qué platillos quieren comer en la semana, hacer una lista de lo que necesitan comprar y designar un día que no tengan tan ocupado para comprar y cocinar, puede ser en el fin de semana. 

Después de preparar lo que necesitan, empiecen a congelarlo, de esta manera poco a poco podrán ir descongelando lo que necesiten sin necesidad de romperse la cabeza todos los días para decidir qué cocinar. También le pueden pedir ayuda a sus peques, pregúntenles qué se les antoja y háganlos participes del proceso. Que los acompañen al supermercado a elegir los ingredientes, que laven las verduras y que decidan qué día comerán su platillo favorito, esto les ayudará mucho a que poco a poco sean más responsables con las tareas de la casa, recuerden que ellos también viven ahí.

No olvidemos que el cocinar también puede ser una actividad ecologista, el no desperdiciar energía, luz y comida son enseñanzas muy importantes que compartir con los peques de la casa. 

Una gran manera de ahorrar tiempo, dinero y energía es cocinar “en cadena”, es decir, con el agua que cocieron las verduras pueden cocer el arroz y al arroz que llegue a sobrar le pueden añadir trocitos de pollo y freírlo con huevo. 

Recuerden en separar la basura, en orgánico e inorgánico y no olviden tener sus bostas a la mano para poco a poco tener un bonito huerto en casa.