Cuando llega el nuevo bebé a casa después de meses de espera (9 para ser exactos) las mamis empiezan una nueva etapa de su vida, porque ahora tienen la tarea de cuidar a ese pequeño ser humano que trajeron al mundo.
Al principio puede ser un proceso lleno de familiares que visitan al nuevo bebé, de amigos que envían regalos y de llamadas constantes para saber cómo están todos en casa, pero como todo en la vida, las aguas se van calmando y todos regresan a sus actividades diarias mientras que mamá se queda con su bebé.
Es muy importante que en esta etapa, las personas más cercanas a ella le pregunten cómo está y le recuerden el gran trabajo que está haciendo ya que de la noche a la mañana su día a día es completamente diferente y por lo general lo pasan solas.
Recuerden que su grupo de apoyo siempre serán las personas más cercanas a ellas, amigas, madres, abuelas, abuelos, padres y por su puesto papá, así que lo mejor que pueden hacer por la nueva mamá es estar al pendiente de ella, ayudarla en todo lo que puedan y hacerle saber que no está sola, que hay mucha gente que con gusto la ayudará con lo que necesite.
Muchas veces las mamis lo único que necesitan es hablar con alguien y desahogarse, platicar cómo es la maternidad, sobre las cosas que esperaban y sobre lo que en definitiva nadie les dijo que iba a pasar.
Hay que entender que el trabajo de mamá es muy demandante, poco a poco las mujeres empiezan a pensar menos en su bienestar ya que primero y antes que todo esta el bienestar de su bebé y aunque eso es una reacción natural, necesitan que les recuerden la importancia de cuidarse y no perderse en el caos de tener un nuevo integrante en la familia.
Si eres mamá y a veces sientes esa soledad de la que hablamos, no temas en pedir ayuda, hablarle a tus amigas, platicarle a tu pareja cómo te sientes o abrazar a tu mamá con fuerza como cuando tú eras un bebé.
La maternidad es algo maravilloso y es importante que mamá sonría en cada paso de este bonito camino.
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