Sabiduría corporal: Es una herramienta increíble para ponerte en contacto con tu cuerpo: músculos, huesos, tendones y órganos. Las diferentes posturas van trabajando distintas partes del organismo y entre más las practiques más consciente serás de cada una.
Regulador de ánimos: el yoga le pone mucho énfasis al control de la respiración y al estar consciente del “aquí y ahora”. De cierta manera, practicarlo es una especie de meditación en movimiento, donde el estrés y las preocupaciones cotidianas se diluyen poco a poco, de inhalación en inhalación. Esto puede ayudarte a prepararte para el parto.
Postura saludable: el cargar peso extra durante el embarazo, tanto el del bebé como los kilos que aumentes, le ponen presión a tu columna vertebral y a tus articulaciones. Con las posturas del yoga puedes aprender a liberar tensión de tu cuerpo y sentarte, caminar y acostarte de la manera más óptima para ti y el bebé que está en camino.
Apoyo moral: aunque puedes practicar el yoga en la comodidad de tu hogar viendo videos en Internet, también puedes aprovechar que cada vez es más accesible y tomar clases con otras mamás o mujeres embarazadas cerca de tu hogar. Es un buen momento para compartir historias y consejos maternales.
Recuerda que el cuerpo humano está hecho para el movimiento. Cientos de estudios a través del tiempo han demostrado que el sedentarismo es uno de los enemigos más feroces de la salud. Además, también se ha comprobado que la actividad física, contrariamente a lo que podría pensarse, te llena de energía haciendo que te sientas más despierta, lúcida y en forma. ¿Qué esperas mami?
¡Gracias por preocuparte por tu salud y por ser parte de la Generación BioBaby!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario