martes, 19 de mayo de 2015

La biodiversidad en la cocina de mamá

La biodiversidad o diversidad biológica se refiere a la amplia variedad de seres vivos sobre la Tierra y los patrones naturales que la conforman, resultado de millones de años de evolución natural y también de la influencia en aumento de las actividades del ser humano, según el Convenio Internacional sobre la Diversidad Biológica. 

En el presente, la diversidad en los alimentos es enorme y, por tanto, las combinaciones son infinitas. El mercado tradicional, con su colorido y asombrosa mezcla de aromas, nos da una pequeña idea de la biodiversidad alimentaria que reside tanto sobre la Tierra, como en el mar, los ríos y los lagos.

La comida, desde épocas remotas, es el centro de las actividades sociales y familiares.  Los festejos importantes se acompañan de platillos y bebidas deliciosas. Incluso, en los menús de los restaurantes, existen los especiales para niños, aunque en ocasiones no sean variados y precisamente sanos. Te invitamos a romper con la comida repetitiva y a llevar la diversidad a tu mesa. Así como pretendemos desarrollar en el niño las destrezas emocionales y motrices, también debemos considerar el gusto por la comida sana y variada. Esto se relaciona directamente con la salud y la felicidad.

Los chefs creativos se han propuesto rescatar la variedad de sabores, olores, gustos y texturas y llevar la biodiversidad a la cocina. Hacen énfasis en los alimentos más puros y menos procesados. Las verduras, legumbres, pescados, aves y carnes un tanto olvidadas, puesto que la tendencia es una cocina aburrida y repetitiva.

Actualmente se conocen cerca de mil especies de plantas con hojas comestibles. ¿Cuántas empleas tú en la cocina? Estas plantas son bajas en calorías y en grasa. Altas en fibra, hierro, magnesio y calcio. Contienen antioxidantes y ayudan al organismo a desintoxicarse. Además, las de hoja verde oscuro, son ricas en clorofila, beta caroteno, vitamina C, luteína y zeaxanthina. Será fácil encontrar acelgas, apio, berros, brócoli, col y lechuga en sus diferentes variedades; espinacas, hojas de zanahorias, perejil, cilantro, epazote, puerros y rúcula.

Incluye en la dieta de los pequeños: alfalfa, soja, lentejas, chícharos, garbanzos, habas, frijoles. Las leguminosas brindan una excelente concentración de nutrientes, sin el aporte de grasas saturadas que tienen los alimentos de origen animal. No olvides los cereales como maíz, avena, quinua, amaranto y arroz. O los llamados falsos cereales como el huazontle y el girasol.

La nuez, pistache, cacahuate, almendras, nuez de la India, piñones, avellanas, semillas de calabaza, de girasol, son ricas en grasas, proteínas, aportan vitaminas del grupo B y ácidos grasos omega 3, ideales para el lunch escolar.

Como un ejemplo y ejercicio de creatividad, imagina una ensalada de lechuga, espinaca, pasitas y rebanadas finas de manzana y mango. El aderezo de aceite de oliva con una gotitas de limón y sal. Adornada con una mezcla de semillas trituradas y cuadritos de queso blanco. A un lado, tiritas de pescado frito en aceite de coco. Agua de limón, té verde y endulzada con un toque de miel.


Ten siempre verduras frescas en el refrigerador. Frutas variadas sobre la mesa y los colores de la naturaleza en tu mente. 

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