Primer
minuto de vida: test de Apgar
Justo después de cortar el cordón umbilical, a tu recién nacido le hacen una prueba que se llama test de Apgar, el nombre viene de la anestesista norteamericana Virginia Apgar que lo ideó, a principios de los años 50. Se trata de un examen que evalúa el estado físico del bebé en cuanto nace. Consiste en utilizar cinco parámetros para evaluar: actividad respiratoria, frecuencia del ritmo cardíaco, tono muscular, coloración de la piel y reflejos. Cada factor se evalúa siguiendo una escala del 0 al 2, para obtener un total de 10 (al sumar los todos los parámetros). Si tu pequeño obtiene una puntuación de 7 a 10, indica que se encuentra en buenas condiciones. El test de Apgar se realiza en el primer minuto de vida y se repite en el quinto. Una puntuación baja indica que el bebé necesita ayuda para adaptarse a la vida fuera del vientre materno.
Antes
de salir de la sala de partos
Otras evaluaciones que también le hacen al recién nacido, además del control de su estado general, son las revisiones pediátricas que se actualizan constantemente y que son muy importantes para comprobar el buen desarrollo del pequeño: el peso (el promedio es de 3.2 kilos para las niñas y de 3.3 kilos para los niños), la talla (en promedio es de 49 cm en las niñas y de 50 cm en los niños) y el perímetro craneal (unos 35 cm en los dos sexos). Lo ideal es que el recién nacido pueda estar en contacto directo con la mamá durante unas dos horas, porque esta situación favorece que se adapte a la vida fuera del útero materno y también es posible que se le dé la primera toma de pecho. Antes de que deje la sala de expulsión y durante las primeras dos horas de vida, a tu bebé le inyectan vitamina K en el muslo para prevenir la enfermedad hemorrágica del recién nacido. También le pondrán gotas con antibiótico en los ojos para evitar la conjuntivitis bacteriana.
¿Quién los realiza?
El pediatra que estuvo presente en el parto y una enfermera o un asistente. En general, en las primeras 6-8 horas de vida, los recién nacidos reciben la visita de un pediatra neonatólogo que valora su capacidad motora, sensorial y de comportamiento. El control de la lactancia, sin embargo, corresponde a la enfermera, y se realiza al menos cada ocho horas durante las primeras 24 horas de vida del recién nacido. Posteriormente, el control se efectúa siempre que resulte necesario.
El monitoreo
Estas pruebas se llevan a cabo entre las 48 y las 72 horas de vida. Se trata de unos exámenes que sirven para detectar de forma precoz algunas patologías que, de otro modo, serían muy difíciles de diagnosticar (los recién nacidos que las padecen se ven sanos, en apariencia), y para las cuales es fundamental intervenir a tiempo. Es importante subrayar que se trata de una prueba de primer nivel, cuyo resultado no es un diagnóstico definitivo, sino un indicativo de riesgo. Por lo tanto, el resultado positivo de la prueba se debe considerar como una señal de alarma que hay que tomar en cuenta para la salud del bebé.
El tamiz neonatal
Uno de estos exámenes es el tamiz neonatal o Test de Guthrie, un estudio que se
le realiza a todos los niños recién nacidos para detectar alteraciones del metabolismo que los hace distintos a los demás. Sirve para detectar la posible presencia de algunas enfermedades graves como: el hipotiroidismo congénito, la fenilcetonuria y la fibrosis quística. El mejor momento para realizar la prueba es a las 48 horas de nacido, cuando al bebé ya le das leche materna, sin embargo en algunos hospitales se toma la muestra del cordón umbilical inmediatamente después del nacimiento. El análisis consiste en darle un piquete al bebé en el talón para extraerle unas gotas de sangre. La sangre extraída es depositada sobre un papel absorbente especial y se envía a un laboratorio especializado en enfermedades infantiles, donde se investiga la presencia de distintos indicadores bioquímicos que lleven a los especialistas a sospechar que existe alguna de las enfermedades mencionadas. Aunque tu bebé esté sano, la prueba es necesaria, ya que las enfermedades que detecta no presentan síntomas inmediatos, sino años después.
¿Cuánto tardan los resultados?
Normalmente, unos 15 días. En general, si el resultado es positivo, se avisa de inmediato a los papás y el médico les dirá qué se necesita hacer o con qué especialista debe acudir. Si el resultado es negativo indica que tu hijo no padece alguna de estas enfermedades expuestas.
Examen de los ojos y oídos
Otros exámenes que también se le hacen al recién nacido son el reflejo rojo y de oído, mínimamente invasivos.
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