El Día Mundial de los Animales se lleva a cabo el 4 de octubre de
cada año, con la intención de celebrar la existencia de la vida animal en el
planeta.
El ser humano ha intentado a lo largo del tiempo controlar la vida
en el planeta, sin embargo, hasta el momento sólo ha logrado domesticar un
pequeño porcentaje de especies animales. Podríamos entonces hablar de vida
animal silvestre o en libertad, y la doméstica o de granja.
La fauna silvestre es parte
esencial en la biodiversidad biológica del planeta. Este recurso natural no
domesticado, sometido a mejora genética, o criado en cautiverio, se compone por
aves, mamíferos, peces, reptiles, anfibios e insectos que habitan en libertad,
encontrándose distribuidos a lo largo del planeta y fuera del control del
hombre. Como cualquier otro sistema viviente, cada una de las especies animales
requieren de agua, comida y abrigo, y se encuentran en interrelación con el
resto de los recursos naturales. Cuando se altera la cubierta vegetal se
origina el deterioro en los diversos hábitats y con ello se pone en peligro el
abasto alimenticio de los animales que habitan en ese espacio. De ahí que la
extinción de especies silvestres, la drástica disminución, o las migraciones
inusuales, sean indicadores del daño al medio ambiente. Lo mismo ocurre con las
especies marinas.
Ya que viven en libertad, la
supervivencia depende del entorno y no viven más allá de su periodo natural, a
diferencia de las especies protegidas por el hombre, esas poblaciones de fauna
silvestre pueden ser conservadas para siempre cuando son vigiladas y
resguardadas. Lo contrario sucede cuando se abusa del recurso y se exterminan
determinadas especies por su pelaje, su carne o simplemente por diversión. El
hombre es mucho más frágil que muchas de ellas, pero tiene la capacidad de ser
el amo y en sus manos está el preservar o destruir.
En el pasado, la curiosidad llevó
a capturar especies llamativas y mantenerlas en cautiverio como trofeos o joyas
de colección, en otros casos para exhibirlas. Con el tiempo se crearon
zoológicos y en la actualidad se han convertido en espacios de conocimiento de
la fauna silvestre y marina. La información obtenida sirve para protegerlos en
sus hábitats naturales y procurar la reproducción de aquellas en peligro de
extinción.
En un principio los animales de
granja vivían en libertad. El hombre los domesticó para emplearlos como fuerza
de trabajo, transporte, para alimentarse de su carne y derivados. Por ejemplo,
los lobos se domesticaron para ayudar a los granjeros en la tarea de vigilancia
o como guías.
De la granja llegaron algunas
especies al hogar como compañía. Caballos, perros, gatos y delfines colaboran en
el ámbito de rehabilitación y tratamientos emocionales. Perros y caballos se
incluyeron en deportes, exhibiciones artísticas y las palomas como mensajeras.
Un noble y maravilloso ejemplo lo
tenemos en los perros, considerados como el mejor amigo de los niños y los
adultos. El perro de asistencia es adiestrado para guiar a personas invidentes
o con deficiencia visual grave. Como compañía para personas con capacidades
diferentes, como coadyuvante en la rehabilitación de personas que han sufrido
algún desorden emocional. También se entrenan para rastreo de personas o
animales perdidos y como rescatistas.
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