martes, 1 de diciembre de 2015

Precauciones durante la temporada invernal





Con la llegada del invierno es oportuno tomar ciertas precauciones, en especial con las personas que habitan en las grandes ciudades. La inversión térmica es uno de los fenómenos naturales que afecta la salud de quienes tienen propensión a sufrir trastornos respiratorios. La inversión térmica se origina cuando el suelo se enfría rápidamente y enfría el aire que se encuentra en contacto con la superficie. La baja temperatura hace más pesado ese aire en comparación al que se encuentra en la capa inmediata superior. La drástica baja de temperatura en el aire disminuye la velocidad de mezclado vertical con la capa superior que tiene mayor temperatura y es menos pesada.

La inversión térmica se produce mayormente durante el invierno, en las mañanas frías y sobre los valles con escasa circulación de aire. De manera natural la inversión “se rompe” al calentarse el aire que se encuentra en contacto con el suelo, restableciéndose la circulación vertical. En circunstancias normales la inversión desaparece en unas horas, pero en condiciones meteorológicas desfavorables puede persistir por varios días.

Cuando la inversión térmica ocurre en lugares con alto índice de contaminación se convierte en un riesgo para la salud, debido a la concentración de los contaminantes que no pueden elevarse y dispersarse en las capas altas de la troposfera, la capa de la atmósfera terrestre que se encuentra en contacto con la Tierra y se extiende a unos 10 kilómetros de altitud.

La contaminación puede llegar a causar severos daños cuando la población se ve expuesta a altas concentraciones de gases tóxicos. De ahí que se recomiende permanecer en lugares cerrados y no llevar a cabo actividades al aire libre hasta que pase la alerta.

Se deben evitar la quema de llantas, los calentadores de leña en el interior de las casas y cuidar las chimeneas, puesto que es durante el invierno cuando ocurren graves accidentes por la inhalación de monóxido de carbono o por quemaduras. Es mejor protegerse del frío con ropa interior térmica y no mantener ninguna fuente de calor encendida durante las noches.

Durante el invierno el virus de la gripe y el Rotavirus se propagan con gran facilidad. La primera precaución consiste en vacunarse y la siguiente es enseñar a los niños a cubrirse la boquita con el pliegue del codo al toser, e insistir en la higiene de las manos. Abrigarlos lo suficiente y al entrar en espacios cálidos retirarles el exceso de ropa para evitar enfriamientos. Previene el aumentar el consumo de líquidos y alimentos que contengan vitamina C.

No lleves a los bebés a lugares cerrados y concurridos, si se encuentra enfermo evita llevarlo a la guardería o al kínder. Si alguien de la familia sufre de gripe es recomendable que use un cubre bocas y no duerma en la misma recámara del bebé.


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