El
aumento del consumo y el incremento en el uso de recursos por una población que
va en ascenso, ponen una presión insostenible para nuestro planeta
La demanda cada vez mayor de recursos por parte de una población
que aumenta, está poniendo una enorme presión sobre la biodiversidad de nuestro
planeta y amenaza la seguridad futura, la salud y el bienestar, según revela la
edición 2012 del Informe Planeta Vivo de WWF, el estudio bienal más importante
sobre la salud de la Tierra.
El Informe Planeta Vivo midió los cambios en la salud de los ecosistemas del planeta
mediante el seguimiento de 9.000 poblaciones de más de 2.600 especies y se
encontró un 30 % de disminución desde 1970, siendo las zonas tropicales las más
afectadas, donde se ha producido una disminución del 60 % en menos de 40 años.
Así como la biodiversidad se encuentra en una tendencia a la baja, la huella
ecológica de la Tierra, uno de los otros indicadores clave que se utilizan en
el informe, ilustra cómo nuestra demanda de recursos naturales se ha vuelto
insostenible.
La población está utilizando los recursos del planeta Tierra, como
si existiera otro planeta a nuestra disposición. Se está utilizando un 50% más
de los recursos que la Tierra puede producir de manera sostenible, y a menos
que se cambie el rumbo, ese número crecerá rápidamente, e incluso para el año
2030, dos planetas no serán suficientes, según señaló Jim Leape, Director
General de WWF Internacional.
Este informe subraya el impacto del crecimiento de la población y el consumo
excesivo como las fuerzas impulsoras detrás de la presión crítica del medio
ambiente.
La importancia de este informe radica en que emite
un diagnóstico del estado de salud del planeta y nos indica que el planeta se
encuentra muy enfermo. Si no se toma en cuenta este diagnóstico habrá
importantes consecuencias para la humanidad. Se puede restaurar la salud de éste,
si se abordan las causas profundas, el crecimiento demográfico y el consumo
excesivo.
El informe también destaca el impacto de la
urbanización como un crecimiento dinámico, proyectando que para 2050 una de
cada tres personas vivirá en una ciudad y humanidad tendrá la necesidad de desarrollar
nuevas y mejores formas de gestión de los recursos naturales.