miércoles, 28 de mayo de 2014

Reacción en Cadena Generación BioBaby


Si tienes hermanos o primos probablemente recuerdes muchas de las experiencias que vivieron juntos. Hoy sabes que aunque en ese instante quizá la convivencia parecía insignificante, de una manera u otra esos momentos marcaron parte de tu vida.

Bajo esa misma lógica, te extendemos la invitación para que crees dinámicas de ecología y consciencia ambiental entre tus hijos. Esto no necesariamente implica revolucionar todas tus actividades, sino encausarlas en la cotidianeidad desde una perspectiva verde.

Por ejemplo, si tienes un hijo de menos de cinco años y un bebé, una manera de aminorar los típicos celitos es diciéndole al más grande que es el encargado oficial de enseñarle a su hermano pequeño a cuidar la naturaleza. No sólo sentirá orgullo al marcar el buen ejemplo en la familia, sino que en verdad tendrá una influencia importante en la vida del bebé.

Conforme pase el tiempo y tus peques crezcan, incluso pueden establecer actividades donde cada uno es el líder o el jefe de determinada área. Quizá, cada noche puedan jugar a revisar que cada uno de los focos que no se están usando en la casa estén apagados, o que las llaves del agua estén cerradas si nadie las está ocupando.

Si solo tienes un hijo y todavía es bebé, enséñale con tu ejemplo y ayúdalo a comprender la importancia de sus acciones en su entorno. Ya sea con sus primos o con los amigos que vaya haciendo en la guardería o el kinder, puede enseñarles a cuidar de los ecosistemas.

El objetivo es que a través de un enfoque lúdico tu familia se involucre en la protección del planeta y a su vez se genere una reacción en cadena que poco a poco contagie a la sociedad. ¡Gracias por ser parte de la Generación BioBaby”

miércoles, 21 de mayo de 2014

Mamás responsables y bebés más felices

Según el último cálculo de las Naciones Unidas, para el año 2100 la población mundial llegará a los 10,000 millones de habitantes. Esta cifra tan grande impactará de manera directa a nuestro planeta, sin embargo, se concluyó que una de las formas más efectivas de contrarrestar los efectos negativos en el medio ambiente causados por la sobrepoblación es a través de un recurso tan accesible como la vida misma: la leche materna.

Optar por la lactancia natural es una de las elecciones más sabias y ecológicas que las madres pueden tomar. La razón es simple: hoy por hoy no existe ningún alimento que sea más respetuoso hacia la naturaleza y que le brinde a tu bebé más beneficios. Es sustentable, renovable, no se desperdicia y además al momento del consumo no hay que emplear ninguna tecnología ni energía extra para calentarlo o enfriarlo, pues su temperatura es idónea. En resumen, la lactancia materna no afecta en ninguna manera a los recursos naturales de la Tierra.

Por más obvio que esto nos parezca, la novedad radica en la educación de la sociedad. Ciertamente para algunas mujeres, ya sea por razones médicas o personales, ello resulta una opción no viable, no obstante, a la par hay millones de madres alrededor del mundo que han optado darle fórmula a sus pequeños por un tema de comodidad y desinformación.

Las Naciones Unidas auguran una disminución considerable en las consecuencias que perjudican los ecosistemas si los padres de familia redirigen su consciencia alimentaria hacia lo natural. Todo lo que implica vida envuelve a su vez a una cadena de otros organismos que forman parte de un gran esquema biológico. Si hoy las madres amamantan a sus bebés y cuando ellos crezcan les platican su experiencia como algo positivo, es probable que de adultos ellos también repitan la misma conducta. Claro, ya con una consciencia ambiental de por medio.

Y por si las razones ecológicas fueran suficientes, existe un gran número de estudios médicos que respaldan las bondades de la leche materna y sus efectos positivos en la salud de los bebés. ¡Es momento de ser parte activa de la Generación BioBaby!

lunes, 12 de mayo de 2014

REUTILIZA, RECICLA, DECORA.

Los desechos que se generan en casa a veces se acumulan y no necesariamente deben convertirse en basura. Si observas tu hogar tal vez pudieras reemplazar algunos objetos de decoración por algunos adornos hechos por ti con residuos que tú y tu familia consumieron. A continuación te presentamos algunas ideas:

Reutiliza las cajas de madera como pequeños estantes. Además de ser funcional, puede servir para darle un toque vintage a algún espacio de tu casa.

Para darle un buen uso a las latas de aluminio de los refrescos o de atún, que estás a punto de tirar, una vez que las laves puedes guardarlas y más adelante almacenar ahí plumas, lápices y otros materiales de escritorio.  O bien, si te gusta la jardinería puedes explorar tu creatividad y crear macetas de diferentes tamaños para poner en el patio.

Las botellas de vidrio, por ejemplo las de vino, pueden ser reutilizadas y modificadas para que formen parte de la decoración de tu casa. Las puedes emplear como floreros, ponerles una vela en el fondo para hacer una bonita lámpara o convertirlas en un despachador de jabón para tu baño.

Si buscas alguna actividad divertida que puedas hacer con tus peques, guarda todos los palitos de paleta que hayan comido y después crea formas de copos de nieve para decorar la pared, los pueden pintar de diferentes colores y de esta forma hacer de la navidad, una fiesta diferente.

Toma en cuenta que puedes llegar a generar conciencia en tus invitados cuando te pregunten en dónde compraste ese bonito espejo con el marco de corcholatas, ya que la respuesta será que tú misma lo hiciste con los residuos de algunas botellas.

La idea es darle una segunda vida a todos esos objetos que normalmente consideramos basura, pues están usados o su contenido ya se terminó. Es una buena oportunidad de convertirlos en hermosos objetos decorativos personalizados, así como de ayudar a que el planeta siga siendo el escenario perfecto donde tus hijos crecerán

Recuerda que tu familia puede ser parte de estos pequeños proyectos que harán de su hogar un lugar único y original, con piezas hechas con mucho cariño por ustedes.

lunes, 5 de mayo de 2014

Pregunta antes de comprar


¿Has notado que últimamente hay una variedad muy extensa de productos orgánicos? Aunque por un lado ello significa un gran avance en materia ecológica, también surge la pregunta acerca de su autenticidad, ya que en algunos casos la cualidad ‘orgánica’ responde más a una tendencia de negocios que a una convicción real. 

Ahora bien, independientemente de las razones porque tal o cual producto se clasifique como orgánico, lo más importante es que tú como consumidor tomes las decisiones que más te favorezcan a ti, a tu hogar y al medio ambiente.

Hay por lo menos cuatro preguntas básicas que debes hacerte antes de comprar un producto:


  • ¿Dónde se hizo? Parte de la conciencia sustentable implica fomentar un consumo local, ya que entre más lejos se haya hecho y empaquetado el producto en relación a tu lugar de residencia, mayores implicaciones tendrá en la naturaleza. 
  • ¿Cómo se hizo? Asegúrate, en la medida de lo posible, de que el proceso de fabricación del producto sea natural e inofensivo. Revisa que no haya sido probado en animales o que las condiciones laborales de quienes lo hicieron hayan sido humanas. Recuerda, si viene de una planta, cómetelo, pero si se hizo en una planta, piénsalo por lo menos dos veces.
  • ¿Qué beneficios me trae? La gama de alimentos, ropa, accesorios y productos en general de la vida cotidiana puede ser enorme y variar en precio y calidad, pero entre más beneficios te brinde a ti y tu familia más valor tendrá el producto.
  • ¿Contamina su empaque? En ocasiones los productos orgánicos pueden venir empaquetados en cajas, plásticos, celofanes u otros materiales que en vez de ayudar, neutralizan sus efectos favorables al medio ambiente. Si tienes la opción de elegir, lleva tú tus propias bolsas para cargar o elije productos cuyas envolturas sean lo menos dañinas a la naturaleza.


La buena noticia, a pesar de que existan productos etiquetados falsamente orgánicos o ecológicos, es que personas como tú cuentan con el suficiente criterio para tomar decisiones de consumo responsables. Asimismo, hay varios organismos –algunos de ellos internacionales y otros locales- que regulan los parámetros para  considerar a un producto como orgánico. Por lo general, si revisas a detalle el empaque de los productos, encontrarás un leyenda o un sello que los certifique como orgánicos. 

jueves, 1 de mayo de 2014

Bebés ecológicos, adultos concientes

Tener un bebé es algo maravilloso, pero ser una mamá consciente de tu huella en el planeta es admirable. Al compartir tu amor por la naturaleza estás impactando de manera muy positiva la vida de tu pequeño ¡Gracias por ser parte de la Generación BioBaby!


¿Cuántas veces has escuchado la frase “los niños son el futuro del mundo”? Seguramente muchas, pero no por ello deja de ser verdadera. Como madre o padre de familia tienes una responsabilidad muy importante que va más allá de tu hogar. Cuando decidiste tener un bebé firmaste un contrato con la Tierra y las generaciones futuras, pues esa personita que apenas está descubriendo al mundo más temprano que tarde tendrá la capacidad de dejar huella en su entorno. 

La niñez es un tiempo de curiosidad y maravillas, pero también es una oportunidad ideal para ayudarle a un ser humano a establecer los valores y principios que regirán su adultez.
Un gran porcentaje de la personalidad se define en los primeros años de su vida, donde la familia y las circunstancias inmediatas juegan un papel crucial. Existe una avidez innata por imitar a los padres, pero el ejemplo es sólo una parte de la enseñanza.

Una manera divertida y agradable de pasar tiempo de calidad con tu pequeño y a la vez sembrar en él valores ecológicos, puede ser tan simple como acercarlo a la naturaleza en una caminata. En la medida que él experimente las variedades de hojas de árboles, la textura de la tierra, las tonalidades del agua y la belleza que se presenta día a día en un paisaje natural, más entusiasmado se sentirá al reconocerse parte del ecosistema. 
Infundir amor por el medio ambiente no debe ser una tarea, sino un proceso que fluye con facilidad en las actividades cotidianas, en las conversaciones, en los planes recreativos y en la esencia del hogar.

Si desde una temprana edad, un niño o una niña asume su papel dentro del planeta como un ser activo en la ecología, las probabilidades de que se convierta en un adulto responsable son infinitamente mayores. Y esa responsabilidad no significa que su vocación de vida se restrinja a profesiones verdes, sino a sus preferencias en temas de alimentación, transporte, trabajo, viajes y diversión. Asimismo, al fomentar un cariño y respeto a la naturaleza con el tiempo adquirirá más herramientas para relacionarse con personas que coincidan con él o ella en relación a su forma de consumir. 

Ya el hecho de que te hayas tomado el tiempo de visitar este espacio de comunicación, cuyo fin es ampliar la conciencia ecológica, habla de la iniciativa que ya posees por hacer de este mundo un mejor lugar para tu pequeño y todas las generaciones futuras. ¡Gracias por ser parte de la generación BioBaby!