martes, 20 de septiembre de 2016

Mitos de tu peque y su inteligencia


Existen muchos mitos que rodean a tu bebé en cuanto a su inteligencia. Desde que nacen hasta que cumplen un año el desarrollo del cerebro de tu peque es muy importante y decisivo para su futuro pero no por esto debes hacer caso a todo lo que se dice al respecto.

A continuación enlistamos algunos mitos que puedes descartar de tu lista de preocupaciones como mamá o papá primerizo.

1. El embarazo afecta al desarrollo intelectual de tu bebé: Esto es verdadero, es necesario que el vientre de mamá tenga el mejor ambiente para el desarrollo del bebé, todas las decisiones tomadas en esta etapa afectarán de manera positiva o negativa al bebé.

2. El cerebro de los bebé crece sin interrupciones: Falso, de hecho el cerebro crece por partes ya que las conexiones que se van estableciendo se hacen de forma secuencial, una después de la otra. El crecimiento del cerebro de un bebé se realiza por etapas coincidiendo con las fases de su desarrollo cognitivo. 

3. Las niñas son más inteligentes que los niños: Completamente falso, no hay diferencias entre la inteligencia de los sexos. La realidad es que las niñas pueden destacar en determinadas habilidades y los niños en otras pero esto no los hace más o menos inteligentes a ninguno de los dos.
4. Un niño será inteligente si sus padres lo son: Falso, aunque es cierto que la inteligencia de un bebé es en parte determinada por su herencia genética, si un niño posee una inteligencia genéticamente superior pero no recibe los estímulos adecuados o no se desarrolla en un ambiente óptimo para su desarrollo, esta inteligencia irá más allá.

5. Conforme un bebé cumple años su cerebro es más activo: Falso, el cerebro de tu peque es más activo que el de un adulto, sobre todo en su primer año de vida. Aunque el cerebro de papá o mamá sea más “sabio” por las experiencias que ya vivieron, la actividad cerebral de un bebé es mayor.

martes, 13 de septiembre de 2016

Tu perrito es como un niño pequeño





Hace poco se realizó un estudio en donde se descubrió que un perro tiene habilidades sociales muy parecidas a las de un niño peque de entre seis meses y dos años, claro, así como los seres humanos hay algunos perros que son más activos de que otros.

En este estudio se llegó a la conclusión de que lo perros captan las palabras que decimos y muchas veces comprenden la intención que tenemos al comunicarnos con ellos.

Esta investigación puede ayudarnos a entender porque existen algunas personas que tratan a sus mascotas como si fueran sus hijos, el hecho de que estos compañeros peludos tengan la capacidad de entender algunos comandos como niños pequeños hace que el ser humano se sienta más identificado con ellos y viceversa.

Como ya lo habíamos platicado, el comportamiento sociocognitivo de los perros es muy parecido al de un niño de entre 6 meses y dos años así que el utilizar señales sencillas para dar a entender diferentes órdenes o mensajes es un gran método para enseñarle al perrito de la casa reglas básicas de comportamiento ya que así como los bebés, son sensibles a las señales que indican intención comunicativa.

Estas señales pueden ser verbales o visuales para tu mascota aunque aún no se tiene del todo claro si los perros utilizan las mismas secciones del cerebro para procesar dichas señales.
Los perros son más propensos a prestar atención y fijarse en diferentes objetos cuando la persona que se dirige a ellos expresa con claridad cuál es la intención que tiene al comunicarse.
Aunque aún falta mucho para descifrar por completo el comportamiento de estos bonitos animalitos, es un buen inicio el saber que tu perrito y tu peque se pueden identificar de diferentes formas, haciendo de su relación una más fuerte y duradera. 

martes, 6 de septiembre de 2016

El gusto de tu bebé




Cuando tu bebé es un recién nacido el sentido que más desarrollado está y que más se agudiza al nacer es el del gusto. Dentro del útero materno puede escuchar los sonidos pero no por completo, ve a una distancia muy corta y su sentido del tacto y el olfato no han evolucionado pero el sentido del gusto se desarrolla desde el periodo prenatal.

Las papilas gustativas de tu peque aparecen en la octava semana de gestación y cuando empieza a tragar líquido amniótico sus receptores del gusto se estimulan, esto sucede alrededor de la semana 12 de gestación.

El líquido amniótico que tu bebé toma a lo largo del embarazo va cambiando su composición y hasta la semana 17 es producido por mamá y está compuesto por proteínas, carbohidratos, lípidos y fosfolípidos, urea y electrolitos pero ya al final del embarazo la mayor parte del líquido amniótico esta compuesto por orina fetal.

Debes de tomar en cuenta que mucho de lo que comes llega a este líquido por lo que tu bebé empieza a tener diferentes experiencias gustativas y de hecho desarrolla determinadas preferencias por ciertos alimentos desde antes de nacer.

Si te fijas muy bien podrás notar que a partir del tercer trimestre de gestación ya puedes observar cómo tu peque reacciona con su carita antes sabores amargos y cómo muestra un gusto especial por lo dulce.

Cuando los niños tienen una preferencia por los sabores dulces se puede decir que es un “sabor de seguridad” ya que desde el vientre relacionan lo dulce con reacciones positivas.
Desde el momento que nace, tu bebé continúa teniendo numerosas experiencias con los sabores, esto a través de la leche materna. Como pasa con el vientre, la leche materna tiene una tremenda influencia en las preferencias gustativas del recién nacido y todo esto es influenciado por la alimentación de mamá.

A partir de los seis meses tu peque comienza a probar nuevos alimentos y ahí es cuando el abanico de sabores se abre para él. Los expertos recomiendan ofrecerle una amplia variedad de texturas y sabores para que poco a poco el niño pueda experimentar por si mismo.
Haz todo lo posible para que la hora de comer sea una experiencia agradable y divertida, elige alimentos con texturas diferentes y córtale pedacitos de alimentos nuevos para que los pueda probar con sus propias manos.

Si vas a presentarle un alimento nuevo, una buena estrategia es hacerlo junto a un sabor que tu peque ya acepta y así podrá aprender a comparar y saber si esos alimentos le gustan combinados o por separado.

No te preocupes si tu peque demuestra un poco de miedo a probar alimentos nuevos, esta condición es llamada “neofobia”, aparece entre los 18 y 24 meses pero la mayoría de las veces los niños la superan con el tiempo, lo único que necesitan los papás en esta situación es paciencia.