martes, 14 de enero de 2014

Cómo ahorrar energía en la oficina

Hay muchas formas en las que los empleados y propietarios de empresas pueden ahorrar energía dentro de la oficina. Una acción simple puede ser un cambio grande; sólo hay que ser conscientes del ecosistema y realizar pequeñas acciones de mantenimiento:
           
Apaga las luces que no están en uso. Esto es especialmente importante en los salones que están vacíos durante porciones significativas del día, como las cocinas de las oficinas, la sala de copias o los baños. Considera la instalación de temporizadores o sensores de movimiento para ahorrar energía y dinero.

Cambia el sistema de iluminación. Retira las bombillas incandescentes que son ineficientes y costosas, y reemplázalas con luces fluorescentes compactas. No sólo utilizan una cuarta parte de la energía utilizada por las bombillas tradicionales, sino que además duran más tiempo.

Bloquea la luz solar que entra por las ventanas durante los meses de verano. Mediante el uso de persianas y cortinas, puedes reducir la cantidad de tiempo que tendrás que usar un sistema de aire acondicionado. Utiliza aleros en las ventanas para ayudar a bloquear la luz solar no deseada.

Desenchufa todos los equipos electrónicos que no estén en uso. Esto es especialmente importante para aquellos dispositivos como los cargadores de teléfonos móviles, ya que pueden representar un drenaje constante de energía por todo un día. Desenchufa radios, máquinas de café e impresoras hasta las que vayas a utilizar.

Reemplaza equipos de oficina viejos con nuevos que sean más eficientes a la hora de ahorrar energía. Las nuevas impresoras y máquinas de fax están diseñadas para entrar en el modo de reposo cuando no están en uso.


Recicla papel siempre que sea posible. Configura las copiadoras para que impriman en ambos lados de las páginas. Alienta a los empleados a re-usar papel para tomar notas.


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