lunes, 11 de mayo de 2015

7 tips para disciplinar a tu peque con amor

Cuando se trata de niños pequeños, darles de comer y mimarlos no es suficiente, también hay que introducir la disciplina y no siempre es sencillo. Cada ser humano tiene un temperamento distinto y aunque sean personitas que apenas empiezan a descubrir el mundo, a veces se necesita mucha paciencia y buenas técnicas para lograrlo. Por ello, aquí te presentamos siete tips para ayudarte en la crianza de tu peque de la mejor y más agradable manera.

Ponte a su nivel: literalmente, agáchate. Jamás le hables desde arriba cuando quieras pedirle algo. Ponte en cuclillas o siéntate en el piso y míralo directamente a los ojos. El contacto visual es muy importante para fomentar la buena comunicación entre los dos. Siempre usa un tono de voz amable y amoroso.

Habla con claridad: asegúrate de que el mensaje que quieras transmitirle sea simple y que no deje espacio a otras interpretaciones. No hables con rodeos, di las cosas de forma contundente, sencilla y siempre con respeto.

Dale opciones: si tu peque ya tiene edad de comprender instrucciones simples, preséntale dos opciones (no más) para elegir. Por ejemplo, al momento de comer vegetales, pues decirle: “tienes dos opciones antes de ir a jugar:  darle una mordida más al brócoli o darle una mordida más a la calabaza”. De esta forma se sentirá empoderado y con la capacidad de decidir algo por sí mismo.

Refuerza tu mensaje: a veces puedes apoyarte en otro tipo de lenguaje más allá del verbal. Por ejemplo, si ya es hora de dormir, no sólo se lo digas, sino que empieza apagando algunas luces, apaga la televisión, pónganse los dos la pijama, etcétera.

Dale advertencias: los niños no conciben el tiempo y el espacio de la manera en que lo hace un adulto, así que si le das la opción de entender lo que va a ocurrir a continuación, la transición será más fácil. Por ejemplo, si está jugando con un amigo en el parque puedes decirle: “en un ratito ya nos vamos a ir, cuando yo te diga vas a soltar los juguetes y nos vamos a despedir de los demás”.

Escúchalo: así como tú pretendes que tu peque te ponga atención cuando le hablas, lo mínimo que puedes hacer es escucharlo tú también cuando él se trata de comunicar contigo. Jamás lo interrumpas y dale todo tu cariño.

Felicítalo: si hay algunas cosas que a veces no hace exactamente de la manera en que tú quieres, pero a veces sí lo hace, entonces dale las gracias y felicítalo por su buena acción. Eso hará que se sienta bien consigo mismo por haber hecho algo bueno.

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