viernes, 12 de febrero de 2016

El desarrollo de la sonrisa





Observa la maravillosa sonrisa de tu bebé cuando está dormido. Querrás hacerlo reír cuando despierte pero tu recién nacido no responderá. Se debe a que las primeras sonrisas responden a un movimiento espontáneo de los labios. Este reflejo automático nos da alegría y las abuelas dicen que se debe a que el bebé sueña con angelitos. De ahí el nombre de “sonrisa angelical”. También puede distinguirse en las modernas ecografías en 3D, cuando se tiene la suerte de captar al bebé en ese preciso momento.

Al paso de los días, hacia la tercera o cuarta semana, las sonrisas se provocan al acariciar sus mejillas. A partir de la quinta semana el bebé comenzará a responder de manera consciente imitando la sonrisa de papá y mamá. Lo hará cuando se le tome en brazos, se le hagan cariñitos y al sentirse satisfecho después del baño o de comer.

A partir de ahí se le considera una sonrisa social selectiva, puesto que responderá a las personas cercanas y con quienes ha establecido un vínculo afectivo positivo. Esto significa que el desarrollo social del bebé ha comenzado.

Después de los tres meses de edad reirá en voz alta. Le harán gracia muchas cosas: ver reír a los demás, los objetos en movimiento o las mascotas. Responderá con risas a los rostros que le sean agradables, sin importar si son extraños o conocidos.

Ya en el quinto mes reirá con las personas conocidas y empezará a llorar ante los extraños. Serán las primeras manifestaciones emocionales de agrado y desagrado. De sensación de seguridad y miedo. Mostrará su felicidad cuando llega papá del trabajo y llorará cuando salga por la puerta. Se podrá distinguir la sonrisa de la risa, como medidas de intensidad de la emoción. De la misma manera el llanto y los sollozos desconsolados indicarán desde el desagrado hasta el dolor o la desesperación. En este punto, el desarrollo social se suma a la expresión de las emociones.

La risa produce estados de bienestar. Al reír, el cerebro emite una orden para la liberación de endorfinas, substancias que estimulan el estado de felicidad y alejan la tristeza. Si papá y mamá sonríen la mayor parte del tiempo, el bebé los imitará, porque imitar es una poderosa herramienta de aprendizaje.

Si el bebé ríe, también lo harán los demás ingresando todos en una dinámica de salud emocional. El efecto psicológico de la sonrisa combate el estrés, influye en el sistema inmunológico, incrementa la autoestima, disminuye la timidez, combate el miedo y es el mejor regalo.

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