martes, 3 de marzo de 2015

Mami, ¿de dónde viene el agua?


¿De dónde viene el agua? Es una de las muchas preguntas que tendrás que responder en cuanto tu pequeño pueda expresarse, porque el mundo natural nos despierta la curiosidad desde las primeras etapas de la vida. Por algo el cuerpo infantil se compone por un 75% de agua y el del adulto de un 65%.

El agua es la esencia de todo tipo de vida en nuestro planeta Tierra. La historia inició hace 4 millones de años, no mucho tiempo, si consideramos que la Tierra es un planeta joven. En ese tiempo, parte del agua nos llegó del espacio exterior, en donde monumentales cantidades de hidrógeno y oxígeno se combinaron y dieron forma a más de un billón de toneladas de hielo. Un gigantesco cometa espacial que chocó con nuestro planeta y se fundió con las rocas y los gases incandescentes.
La otra parte de agua procede del corazón de la Tierra, en donde a grandes profundidades también se combinaron el hidrógeno y el oxígeno, generados por el violento movimiento de gases candentes.
La fusión de dos elementos, fuego y agua, dio forma y vida a la Tierra. Agua espacial o extraterrestre y agua profunda nacida del palpitar de un planeta que buscaba el equilibrio para poder sobrevivir.
A medida que la Tierra se estabilizó, comenzó a expulsar el vapor de agua generado bajo el caparazón rocoso, a 34 kilómetros de profundidad. Se formaron entonces monumentales chimeneas a las que conocemos como volcanes, y los geiseres, fuentes que expulsan agua caliente y vapor. Todas esas emanaciones de agua subieron a la atmósfera de la Tierra y con el tiempo se condensaron por la temperatura provocando lluvias intensas. Esas precipitaciones crearon los mares y los océanos. El sol, con su energía, inició el ciclo que aún se conserva.

Parte del agua, en forma de vapor, aún escapa al espacio exterior y la Tierra compensa esa pérdida a través de los volcanes, geiseres y manantiales, que brotan desde ese corazón de la Tierra y forman los ríos.

El agua no es sólo un recurso, el agua es nuestra vida. Si continuamos con la idea de que la Tierra es un recurso a nuestra disposición, no podremos avanzar. Las nuevas propuestas indican el desarrollo de una conciencia planetaria, para despertar a un sentido de pertenencia a la Tierra; proponen una bio-alfabetización a través de la cual aprendamos a leer el lenguaje de la naturaleza. De esa manera cuidaremos el agua al igual que cuidamos nuestra propia sangre.

A los niños les encanta escuchar de dónde viene el agua y puedes mostrárselos con una bola de helado que cae desde lo alto y se introduce en un gran muffin. Luego de revolverlo e incorporarlo, será una delicia que no queremos que se termine.
Eso significa el cuidado del agua, una delicia vital que debemos mantener limpia, potable, dispuesta para un consumo razonable y respetuoso.
¿Mami, de dónde viene el agua? Del cielo y del corazón de la Tierra. Es tan importante que sin el agua no existiría la vida en este maravilloso hogar que es nuestro Planeta Tierra.

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