Es sencillo y natural prepararse para el amamantamiento. A pesar
de ello, el temor o las informaciones equivocadas interfieren con la intuición
materna, de ahí que pensáramos en darte sugerencias útiles y fáciles de llevar
a cabo.
Tu vientre sufrirá cambios al igual que tus pechos. Las cremas hidratantes
especiales para el embarazo te ayudarán a mantener la elasticidad de tu piel, a
prevenir las estrías y darán firmeza a tus senos. Usa jabón neutro, con eso
disminuyes la posibilidad de que tus pezones se resequen.
Prepara tus pezones, a partir del octavo mes de embarazo, con
suaves masajes. Siéntate en un sillón cómodo y recarga tu espalda. Trabaja
primero con un pecho y luego con el otro. Humedece tus dedos con aceite de almendras
o la crema para masaje. Inicia con movimientos circulares por todo el pecho, después,
desliza tu mano abierta desde el nacimiento del pecho, bajo la axila, hasta la
areola y ejerce una leve presión. Los movimientos deben partir siempre desde
arriba y finalizar en el pezón. Repite varias veces el movimiento. Sigue con el
masaje que lleve al levantamiento del pezón. Estíralo en dirección vertical,
luego en horizontal. Por último, masajea por unos minutos tu pezón.
El brasier o sujetador que uses durante el embarazo debe sostener
cómodamente los senos, no es saludable que los comprima. Las bandas que se
sujetan a la espalda y los tirantes son más anchos, de esa manera sostienen sin
molestar los hombros o los músculos de la espalda. Si durante el embarazo
decides de una vez adquirir un brasier para lactancia, ten en cuenta que cuando
baje la leche tu busto aumentará al menos una talla.
Realiza los sencillos ejercicios pectorales consistentes en unir
las palmas de tus manos al frente y presiona una con la otra, como si tuvieras
entre ellas una pelota y quisieras aplastarla.
Estos sencillos cuidados te prepararán para cuando llegue el
momento de amamantar a tu bebé. Sólo debes repetir el masaje circular en los
pechos, antes de ofrecérselo, así la leche fluirá con facilidad. Tus pezones
estarán entrenados únicamente deberás cuidar la higiene y aplicar la crema
hidratante y así evitar al máximo las grietas e irritaciones.
Recuerda: la leche materna es el mejor alimento, prepararte desde
el embarazo te beneficiará a ti y a tu bebé.