Chapotear en el agua
es una actividad muy saludable para los pequeños, sin embargo, siempre hay que
tener los cuidados necesarios para cuando tu peque se encuentre en la alberca.
Sigue estos consejos:
1. Comienza temprano.
La mayoría de los programas de natación pueden comenzar a los seis meses de
edad, cuando los bebés se consideran lo suficientemente desarrollados para
hacer frente a una alberca pública. Sin embargo, puedes comenzar desde el
momento del baño, con juegos de agua, por ejemplo, puede hacer que llovizne
sobre la cabeza de tu bebé, jugando con el agua y disfrutando del tiempo. Cuanto
más pronto puedas comenzar a familiarizar a tu bebé con el agua, más rápido se
van a desarrollar sus habilidades de natación.
2. Invierte en las
clases. Una vez que tenga la edad suficiente, las lecciones formales le
permitirán a tu pequeño a sentirse cómodo en la piscina y significa que puede
empezar a aprender acerca de la seguridad del agua y los conceptos básicos de
la natación de forma estructurada pero divertida.
3.
Debes estar en guardia. Tu pequeño siempre debe ser supervisado, lo que significa
estar al alcance de la mano y mantener el contacto visual constante en todo
momento. Si tienes que salir de la zona de agua, siempre lleva a tu pequeño
contigo.
4.
Toma tus precauciones. Cuando piensas en ahogamiento, por lo regular se piensa
en lugares grandes como albercas, el mar, ríos, lagos e incluso bañeras llenas.
Sin embargo, los niños pequeños pueden ahogarse en tan sólo una pequeña
cantidad de agua. Toma precauciones en tu hogar. Procura tener la bañera
siempre vacía, coloca una tapa sobre los estanques y fuentes de agua, y asegúrate
de vaciar baldes y todo lo que contiene el agua. Una muy buena idea, es restringir
el acceso de los niños a áreas como baños y lavaderos.
Asegúrate
también de que los tazones de las mascotas se mantienen bajos, y que los baños
estén equipados con cerraduras de seguridad. En las fiestas, las bebidas y los
cubos de hielo deben mantenerse alejados de los niños, también.
Disfruta
del agua con tu pequeñito. No olvides nunca cuidarlo y supervisarlo mientras se
encuentre en el agua.
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