lunes, 13 de abril de 2015

El manto de la Tierra

La Tierra se cubre por una conmovedora variedad de ropajes vivos, entre la colorida vestimenta se encuentran los árboles. Cada árbol posee una personalidad propia, hay quienes los consideran seres animados por su majestuoso porte y su larga vida.

Los arboles han inspirado leyendas, se han elegido como símbolos religiosos. Son verdaderos supervivientes en comparación con el resto de las plantas, ellos no mueren cada año para abonar el suelo, se conservan como un esqueleto vivo que permanece de pie hasta la llegada de la primavera. Con ellos se construyen viviendas, objetos preciosos o de uso doméstico. Se fabrica papel. La madera es combustible, es nave que lleva a los muertos a su morada bajo la Tierra. Pero su misión primordial es proteger al planeta, servir de hogar a millones de especies animales y mantener la armonía entre el triángulo mágico de los elementos: aire, agua y tierra.

La tala irresponsable e indiscriminada está dejando a la Tierra desnuda, con ello se ha afectado la biodiversidad y se ha acelerado el cambio climático.

Una historia conmovedora que deseamos compartir, surgió en el centro del río Brahmaputra, en la India. Ahí, el Departamento Forestal descubrió que Jadav Peyeng, conocido como Mulai, durante treinta años se había dedicado a reforestar más de 1.350 acres. En el presente viven en esos bosques sembrados por él, una gran cantidad de animales en peligro de extinción, como tigres, monos y rinocerontes. Cuando tenía dieciséis años, Mulai vio morir a centenares de serpientes blancas al no tener una sombra en donde cobijarse. Imaginó que eso mismo sucedería con muchos más seres vivos y se propuso sembrar todos los árboles que pudiera.

Para quienes desean  conservar la belleza y la sustentabilidad del planeta les proponemos las siguientes acciones:

✓ Reflexiona y genera una intención personal en beneficio de la Tierra.

✓ Proponte acciones cotidianas que lleven al respeto de todos los seres que habitan el planeta. Comienza por tu familia y continúa con los vecinos, los pájaros que llegan a la ventana, el arbolito de enfrente, etc.

✓Modifica los hábitos y logra un consumo responsable. Por ejemplo, reutiliza la botellita para el agua, comparte el automóvil, organiza tus actividades para que un día a la semana se quede guardado en el garaje. Camina a los lugares cercanos o usa la bicicleta.

✓ Enseña a los niños que el cuidado del medio ambiente se traduce en el beneficio de todos.

✓ Practica un deporte al aire libre, yoga, medita o camina en parques y jardines. Recuerda que cuando se pierde el vínculo con la naturaleza se afectan las emociones y la salud.

✓ Adquiere una bolsa para las compras y evita las desechables.

✓ Únete al movimiento: “Un Lunes Sin Carne”, para reducir el impacto de la industria agropecuaria. Si toda la ciudad lo hiciera, significaría el ahorro de miles de litros de agua y se reduciría nuestra huella de carbono.

Planta un árbol cada mes o únete a las campañas de reforestación. Los árboles son nuestros hermanos de pie, cortinas que nos protegen del viento, evitan la erosión de la tierra, influyen en el clima y con su variedad de colores y formas, el más vistoso ropaje de la Tierra.


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