También los adultos tienden a relajar la vigilancia y las precauciones cotidianas. ¡Después de todo son vacaciones! Así actúa la mente humana cuando se encuentra en un momento diferente.
En el hogar:
El baño es un lugar potencialmente peligroso, en especial para los pequeños. Procura mantener la puerta cerrada si es que hay una tina. No lo dejes solo al momento de bañarlo y coloca fuera de su alcance los cosméticos y artículos de aseo.
La cocina también es peligrosa. Cuida de guardar cuchillos, tijeras, aparatos eléctricos y detergentes en donde no pueda alcanzarlos. Mientras estés cocinando mantenlo lejos de la estufa, las quemaduras pueden causar la muerte y son de los accidentes más frecuentes en las salas de emergencia.
Vigila que la puerta de entrada a la casa permanezca con llave. Cuida que las ventanas, en especial si vives en un edificio, también estén debidamente cerradas. No dejes las llaves dentro del coche o al alcance del niño, la curiosidad puede llevarlo a intentar manejar el vehículo.
Fuera del hogar:
Revisa que el coche esté en condiciones óptimas para viajar, todos los documentos y la licencia de manejo vigentes. Recuerda llevar la llanta de refacción, las herramientas, el chaleco y los triángulos con señales fluorescentes. Checa la presión de las llantas, los niveles de aceite y anticongelante. Llena el tanque de gasolina.
Lleva siempre el botiquín para emergencias. Debe contener lo básico para raspaduras, piquetes de mosquitos, vómito, diarrea, fiebre o dolor de cabeza. Puedes prepararlo tú misma o comprarlo en las farmacias.
Si viajas con los niños checa que los asientos para ellos estén correctamente colocados. Si ya son mayores deben usar el cinturón de seguridad y viajar en el asiento de atrás. En el pasado no se excedían tanto los límites de velocidad y el tráfico no era tan denso como lo es ahora.
Atiende a los límites de velocidad y a la señalética tanto en las carreteras como en los poblados. Te ahorrarás multas y retrasos.
Vigila a tu pequeño si vacacionas en un hotel que tiene alberca o está situado cerca del mar. Es natural que quiera nadar y no sienta temor de hacerlo solo. Si aún no sabe, explícale que para divertirse y estar seguro necesita estar con papá o mamá y ponerse el flotador.
Recuerda que nadar en el mar o en el río es muy diferente a hacerlo en una alberca. Permanece atenta a las señales de los salvavidas y si la bandera que indica el estado del oleaje está en rojo, no intentes nadar, las corrientes marinas o las olas, en un segundo, pueden arrebatarte a tu pequeño o arrastrarlos a ambos.
La naturaleza implica peligros si nos adentramos en bosques, cuevas o montañas. Debes ser prudente, usar la ropa adecuada y caminar por las veredas señaladas para los turistas. Atiende a todas las señales y no te expongas a un disgusto.
La prevención durante las vacaciones va de la mano con la diversión.