martes, 13 de octubre de 2015

Disfraces para Halloween





Los disfraces y los juegos simbólicos nos permiten transformar la fantasía en una “realidad”; en los niños, especialmente, jugar con disfraces los lleva a creerse y a hacer creer a los demás que es otro distinto de sí mismo, como apuntó Piaget.

Jugar es una conducta natural, observada en los bebés y en otros cachorros mamíferos, que produce felicidad, divierte y gratifica emocionalmente. Algunos investigadores han descrito complejas teorías acerca de la función, los diferentes tipos, las implicaciones psicológicas y la influencia de los juegos en el aprendizaje.

Nos interesa ahora algo más sencillo como lo son los disfraces para Halloween. El juego con disfraces es simbólico puesto que por unos días o semanas, el niño echa a volar la imaginación para decidir el personaje en el que se convertirá por unas horas, cuando participe en la noche de brujas o en el festival escolar.

Cuando se trata de bebés o niños muy pequeños, es mamá la encargada de elegir el disfraz. Pensará en el personaje ideal por sus características o por su popularidad.  Es claro que también intervienen factores como el económico que lleva a usar el del año pasado o el que le prestarán, aún así, la calabaza o la brujita representará lo que mamá desearía para sí misma.

Cuando crece, la elección es más compleja, el niño va a elegir por sí mismo el disfraz que contenga lo que él desearía ser, o cómo le gustaría que lo vieran los demás. Un ser poderoso, intrépido, dulce, convencional, etc. Simplemente debemos preguntarle por qué lo elije y obtendremos datos interesantes.

Los niños se identifican con cierto tipo de personajes porque los admiran y al tener la oportunidad de disfrazarse, en cierto modo, es como si por unas horas pudieran ser como ellos, o tomar prestadas algunas de las características que los hacen atractivos a los demás. Muchos desearían acceder a esa fantasía y no salir jamás, pero lo más seguro es que en pocas horas el disfraz les estorbará, o cambiarán de idea y por lo tanto de juego.

Iniciamos por darle la oportunidad de elegir y si el disfraz no es muy conveniente, mamá podrá guiarlo. Las pinturas y los maquillajes son un complemento que a la mayoría de los niños les encanta, sólo se debe vigilar que no dañen la piel.

Los disfraces clásicos de princesas, hadas, brujitas, reinas, vaqueros, príncipes, calabazas, espantapájaros y momias pueden tener un toque especial con el maquillaje o el peinado. Para hacerlo más divertido pueden enseñar al niño alguna canción relacionada con el disfraz e imitar la manera de hablar o caminar del personaje.

Las tradiciones conservan su esencia y se enriquecen al incorporar elementos llegados de otras culturas; en la actualidad, con el intercambio informativo y la globalización, la festividad de Halloween se ha extendido y es una oportunidad para disfrutar de momentos inolvidables.

Incluye a los niños en los preparativos y recibe el Halloween con disfraces originales, dulces de calidad, linternas de calabaza y decoración amigable con el ambiente.

No hay comentarios.: