miércoles, 17 de junio de 2015

El Día Mundial de Lucha contra la Desertificación

En el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación, que se celebra el 17 de junio, en todo el mundo, se discutirán las propuestas bajo el lema de: “Alimentar el planeta, energía para la vida”. Italia será el país anfitrión de los países que se han propuesto no dejar a nadie atrás, y están dispuestos a terminar con la degradación de la tierra y, con ello, con la pobreza y el hambre mundiales.
La desertificación y la sequía son el resultado de un proceso paulatino de degradación ecológica. La falta de agua, la destrucción de la cubierta vegetal y la erosión, ocasionan que el suelo, antes fértil, pierda su potencial productivo.

Las actividades como la deforestación, el cultivo y el pastoreo excesivos, son las que mayormente afectan la fecundidad de la Tierra. Las áreas desérticas se han expandido y, en consecuencia, en donde antes se lograban cosechas abundantes, ahora es imposible sembrar.

La desertificación afecta la producción alimentaria, la capacidad natural de la Tierra para recuperarse, incrementa la escasez de agua y con ello problemas de salud en las personas como alergias, enfermedades respiratorias e infecciones en los ojos por el polvo transportado por el viento. También afecta los ciclos biológicos y a los ecosistemas.

Es fácil olvidar, cuando vivimos en las ciudades, que nos alimentamos gracias a la productividad de la Tierra. 99.7% de los alimentos proceden del suelo y se deben rescatar las áreas degradadas para asegurar el sustento de los seres humanos.

La educación es una de las estrategias. Enseñar a los niños la importancia de cuidar el medio ambiente y propiciar la elección de profesiones relacionadas con las actividades productivas de la Tierra, serán unas de las soluciones para el futuro inmediato. En los países no desarrollados, pocos quieren trabajar en el campo y como resultado, una mayoría de agricultores no cuentan con la debida capacitación.

Las opciones son amplias, existen las especialidades en agroecología, economía agrícola, ingeniería forestal, restauración forestal, mecánica agrícola, horticultura, diseño, construcción y manejo de invernaderos, cultivos en hidroponía, etc. Son las creencias las que limitan las posibilidades de que las nuevas generaciones estudien profesiones relacionadas con los cultivos y emigren a las ciudades.

Desde el hogar, podemos iniciar enseñando a los pequeños la importancia reciclar, reutilizar, plantar un árbol, cuidar el agua y la energía eléctrica, y a valorar los alimentos que podemos adquirir. Por ejemplo, enseña a tu pequeño cómo se cultivan las zanahorias, de dónde vienen las peras, el arroz, los espárragos. Existen libros ilustrados para niños, date una vuelta por las librerías y un mundo natural se abrirá ante ti.

Será muy conveniente que les motivemos a estudiar las ciencias de la naturaleza, valores cívicos y sociales, con el mismo interés que ponemos hacia las matemáticas o el aprendizaje de la lengua extranjera.

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