Es bien sabido que la contaminación de las grandes ciudades supone riesgos para la salud. Respirar el humo que emanan los coches puede provocar grandes enfermedades en las vías respiratorias, en los pulmones, ataques al corazón, etc. Sin embargo no estamos concientes del verdadero impacto de la contaminación, un ejemplo importante es que los ataques al corazón se pueden producir hasta seis horas después de haber respirado ese humo.
Así lo confirma un estudio publicado en el British Medical Journal, que descubrió que los altos niveles de contaminación aumentan el riesgo de sufrir un ataque al corazón, siendo la principal causa de la exposición a partículas contaminantes y siendo más específicos, al dióxido de nitrógeno que expulsan los automóviles.
Seis horas después de inhalar el aire vaciado de una gran ciudad aumentan un 1.3% el riesgo de sufrir un infarto al corazón. Además, si una persona de por si va a sufrir un ataque, éste se le adelanta en un par de horas. Dicho fenómeno es conocido como “desplazamiento a corto plazo por efecto de la contaminación”.
Krishnan Bhaskaran y seis colegas de la London School of Hygiene and Tropical Medicine hicieron un estudio sobre ataques al corazón, analizaron los niveles de monóxido de carbono, dióxido de azufre, el ozono, las partículas contaminantes conocidas como PM 10 y el dióxido de nitrógeno o NO2. De todos estos gases perjudiciales para el medio amiente y el ser humano, los contaminantes asociados con al tráfico, es decir las partículas PM10 y el NO2, son los que más influyen en el aumento del riesgo de un infarto miocardio y su influencia dura, además, hasta seis horas.
Sin lugar a dudas, la contaminación atmosférica es un problema serio, que se evidencia cada vez más con estos datos alarmantes sobre la salud, es una clara muestra de que las ciudades más grandes del mundo deben de tomar medidas.
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