Enero es el mes en el que es momento de
despedirnos de todas las bonitas tradiciones que el fin de año trajo y qué
mejor manera de hacerlo que comiendo un delicioso pan dulce que trae una bonita
sorpresa. Están en lo correcto, nos referimos a la rica Rosca de Reyes, cada
año todas las familias mexicanas se reúnen el 6 de enero para tomar chocolate
caliente, partir la rosca y esperar la llegada de Melchor, Gaspar y Baltazar.
Fue durante la Edad Media cuando inició entre
los más pobres la costumbre de repartir unos panes redondos hechos con miel, higo
y dátiles. Dentro de estos se escondía un haba seca y quien la encontrara sería
nombrado “el Rey Haba” por lo que este afortunado o afortunada gozaría de
muchos privilegios en días posteriores.
Esta tradición se retomó en Francia,
eligiendo a un “rey de las fiestas”, todo esto inspirado en el Eclesiastés. La
costumbre era reunirse en una noche con toda la familia alrededor de una rosca
de pan dulce adornada con azúcar, en esta rosca también se escondió un haba.
Tiempo después, en el siglo XVIII la rosca
llegó a España, con unas cuantas modificaciones cortesanas del rey Felipe V, él
agregó la hogaza, cubrió la rosca con frutas glaseadas e introdujo en su
interior una divertida sorpresa para sus comensales.
Cuando esta tradición tomo fuerza, fue
llevada a la Nueva España y cada uno de los elementos de la rosca tomó un
significado especial.
La forma ovalada que tiene el pan simboliza
el amor de Dios, sin principio ni fin; las frutas cristalizadas que los niños
suelen quitarle representan las joyas de los reyes que significan amor, paz y
felicidad y el haba se cambió por la figura del Niño Jesús que al estar dentro
del pan simboliza cuando María y José escondieron a su hijo del rey Herodes,
este personaje de la Biblia ordenó matar a todos los niños pequeños cuando se
enteró que el “Rey de Reyes” había nacido, lo que nos lleva al cuchillo el cual
representa el peligro al que Jesús estaba puesto en ese momento.
Actualmente la figurita que en un inicio fue
de porcelana es de plástico ya que resiste mejor el calor del horno y la
tradición en nuestro país consiste en que cada persona debe cortar un trozo de
la rosca, cruzando los dedos para que no le toque “el niño” ya que esta persona
será la encargada de ser la anfitriona en la celebración posterior, el día de
la Candelaria.
Como lo podrán haber notado, esta bonita y
deliciosa costumbre es una fusión de diversas culturas a través del tiempo que
podrán explicar con mucho entusiasmo a sus peques ahora que han partido la
rosca.
http://culturacolectiva.com/el-simbolismo-de-la-rosca-de-reyes/