Esta enfermedad, aparte de ser muy común, es muy contagiosa. Se presenta cada año durante los meses de invierno y la causa es un virus, que circula por todo el mundo, lo riesgoso es que estos virus pueden cambiar de un año para otro.
Casi siempre es una enfermedad leve, en los niños pequeños (sobre todo menores de 2 años) y en los que tienen enfermedades crónicas (cardiacas, pulmonares, renales, hepáticas, sanguíneas o metabólicas) pueden aparecer complicaciones que pueden llegar a ser graves.
El contagio es de persona a persona, principalmente por el aire, a través de las gotitas que se expulsan al toser, al hablar o al estornudar. Estas gotitas pueden llegar hasta la boca o la nariz de las personas que están cerca. También pueden contagiarse, al tocar un objeto donde se hayan depositado esas gotas con el virus y luego tocar los ojos, nariz o la boca con las manos, desde 1 día antes de notar los síntomas hasta 7 días después.
Los síntomas aparecen de 1 a 4 días después del contagio. El comienzo suele ser brusco con: fiebre, escalofríos, malestar general, dolor de cabeza y garganta, dolores musculares, cansancio, tos, secreción nasal y, a veces, vómitos y diarrea. Suelen durar una semana, aunque la tos y el cansancio pueden durar más.
Si tu hij@ tiene gripe y no sabes como remediarla te recomendamos lo siguiente:
Para la gripe, no hay ningún tratamiento curativo. Los antibióticos no hacen nada contra el virus de la gripe. Solo se usan en ciertas complicaciones. Se pueden usar el Paracetamol y el Ibuprofeno para aliviar las molestias. En ciertos casos se usan los antivirales (como el Tamiflú). En la mayor parte de los casos, la gripe sólo necesita reposo, beber abundantes líquidos, alimentación sana, higiene adecuada y lavado frecuente de las manos. Existen vacunas para la gripe, pero como cualquier vacuna, puede tener efectos secundarios. En general, son molestias leves en el sitio de la inyección. La fiebre, malestar y dolores musculares durante uno o dos días, son más frecuentes en niños menores de 12 años y en los que se vacunan por primera vez. Las reacciones graves son muy raras, pero pueden ocurrir. La vacunación está indicada fundamentalmente, para las personas que forman parte de los grupos de riesgo. Otra forma de prevenir la gripe es el practicar ciertos hábitos como: cubrir la boca y nariz con un pañuelo al toser o estornudar, lavarse las manos con frecuencia o usar desinfectantes para manos a base de alcohol, y evitar tocarse los ojos, la nariz o la boca. Se trata de que el germen que tocamos en el objeto contaminado, no entre en nuestro organismo.
Fuente: http://bit.ly/H4859L
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