Aquí te decimos
como:
- Afloja la
tierra en una superficie de 40 por 40 centímetros de profundidad.
- En el centro
abre un hueco o cepa tan ancho y profundo como la raíz de tu planta.
- Toma la planta
de la parte más baja del tallo con dos dedos. No la maltrates ni toques la
raíz.
- Ponla en la
cepa al ras del suelo.
- Cubre la raíz
de tu planta con la tierra.
- Compacta la
tierra con las manos: no debe quedar muy apretada ni muy floja.
- Haz un borde
alrededor para favorecer la captación del agua.
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