Los especialistas recomiendan que el bebé duerma boca arriba para disminuir
el riesgo de muerte súbita, sin embargo, durante el día, cuando está despierto,
conviene recostarlo boca abajo para que poco a poco se vaya fortaleciendo su
cuello. Cuando lo acuestas de pancita, se esfuerza por levantar la cabecita para ver lo que hay
a su alrededor, esta fuerza fortalece sus músculos y lo prepara para una de las
etapas más importantes de su desarrollo: el gateo.
Aquí te dejamos cuatro sencillos ejercicios para ayudar a tu peque a
fortalecer sus músculos:
Fortalece el cuello: A partir del mes de edad, ya puedes probar poner a tu
bebé boca abajo (nunca después de comer). Estar acostado en esta posición lo
obliga a estirar el cuello para intentar levantar la cabecita. En un inicio se
sentirá incómodo, de tal forma que basta con dejarlo en esta postura sólo unos
segundos. Aumenta el tiempo poco a poco.
Consigue tono muscular: Una vez que se haya familiarizado con el ejercicio
anterior, prueba rodarlo sobre una pelota tomándolo por las axilas. Esta postra
le ayuda a extender su columna y a ganar el tono muscular que necesita para
girarse o gatear.
¡Vamos a levantarnos!: A partir de los tres meses lo puedes recostar boca
arribar y tomarlo de las manos como si fueras a levantarlo. Si realizas los
ejercicios anteriores con regularidad, ganará la fuerza necesaria en su espalda
para elevar él solo la cabecita.
Girar el cuerpo: Para que tu bebé pueda gatear, tiene que aprender antes
a girar y a darse la vuelta. Para estimularlo, llama su atención con un juguete
que le guste especialmente de ambos lados del cuerpo y aléjalo para que intente
tomarlo estirando los bracitos.
Recuerda que la disciplina es la base del éxito. Practica estos ejercicios
con tu bebé diariamente y pronto notarás los resultados.
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