Esta linda carta nos habla de lo que pasa el bebé dentro de
ti y nos explica un poco su desarrollo.
¡Te oigo mami!
Pero que voz tan bonita tienes… Si es que cuando lo escucho,
hasta se me acelera el pulso. Estaba acostumbrado a los sonidos de tu estómago,
los latidos de tu corazón, tus estornudos… pero ahora que mi oído es más
sensible puedo reconocer tu voz y me encanta. Como paso más horas despierto,
estoy pendiente de lo que pasa afuera, me gusta la música e intento habituarme
a los ruidos fuertes que, por ahora, me sobresaltan y mucho (quizás tu lo notes
porque de repente extiendo los brazos y las piernas).
Gracias a que estamos en el sexto mes y aún tengo espacio,
me muevo sin parar: levanto las rodillas, doblo los brazos, me los llevo a la
cabeza… soy pura actividad. Pero lo que más me gusta es el cordón umbilical. A
veces lo uso de almohada o para divertirme. Es mi primer juguete. Y, además,
evolutivo porque va creciendo conmigo para darme libertad. No te asustes. Por
mucho que me lo lleve alrededor de la cara, lo agarre o lo doble, es tan
elástico que soporta todas mis travesuras sin dejar de suministrarme la comida
que tomas para los dos y oxígeno. Y esto es muy importante porque mis pulmones
son el órgano menos desarrollado por el momento.
No creas, yo entreno a diario para que vayan madurando, pero
aún les queda un largo camino por recorrer. En lo que voy fenomenal es en mi
cara. Apunta: abro los párpados, tengo unas pestañas larguísimas, mis labios
están perfectamente dibujados y se me ves la nariz podrías aventurar algún
parentesco. Aún sigo teniendo la piel arrugadita y la cabeza más grande que el
cuerpo, pero mi aspecto es ya muy parecido al del bebé que seré. ¡Qué no te
había dicho que he doblado mi peso! De 500 gramos en la semana 24 he pasado a
¡Un kilo! en la semana 27. ¿A qué estás orgullosa de mí? Pero cómo no voy a
engordar si esto es el paraíso.
¡Qué bien se está en tu panza! Y ya cuando me hablas soy el
feto más feliz del mundo ¡Viva el tercer trimestre! En pocas semanas podré
estar en tus brazos y quedarme dormido mientras me susurras cuanto me quieres.
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