El conocido filántropo Chen Guangbiao busca generar conciencia sobre la compleja situación ambiental del gigante asiático mediante la venta de aire puro enlatado, con el fin de concientizar a la población de su país acerca de la gravedad del problema que representa la contaminación y la necesidad de proteger el medioambiente.
El aire se recolectó en provincias y regiones chinas con poca contaminación, como Qinbai y Tibet o Yunnan, y este se vendió en tiendas ambulantes de las ciudades de Beijing, Shanghai y Guanzhou en el mes de Septiembre, conmemorando el Día Mundial sin Automóvil. Según declaró, las personas de las grandes ciudades como China, ya están cansadas de respirar aire contaminado.
La contaminación y la incidencia de enfermedades del sistema respiratorio, es uno de los grandes problemas en las principales ciudades chinas, donde en días de fuerte contaminación, incluso la visibilidad puede quedar afectada.
El reto de disfrutar de un aire limpio permanece latente entre la población china, que ve con escepticismo cómo las mediciones gubernamentales de contaminación difieren de lo que respiran en las calles.
El año pasado, un informe del ministerio chino reveló que casi el 40% de las 113 mayores ciudades del país sufrían niveles de contaminación alarmantes.
La aprehensión se multiplicó cuando instituciones extranjeras independientes revelaron que las lecturas de los niveles de contaminación por parte del Gobierno chino no incluían las partículas de un diámetro inferior a las 2,5 micras, lo cual resulta alarmante, puesto que esas partículas, al ser respiradas, pueden alojarse en las profundidades de los pulmones o incluso entrar en el flujo sanguíneo y causar graves problemas de salud e incluso la muerte.
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