Investigamos distintas fuentes de
especialistas que van desde el Hospital de California en San Francisco hasta la
Universidad de Stanford y así resolvimos algunas de las preguntas más comunes
en relación a esta forma de cargar a los peques.
¿Es bueno
para mi bebé?
Cargar tu peque con ayuda de un canguro
tiene varios beneficios, entre ellos calmarlo cuando tiene un cólico y fomentar
el vínculo entre madre-hijo o padre-hijo, según quien lo haga. Otra de las ventajas,
quizá de las menos conocidas, es que disminuye la probabilidad de que las mamás
sufran depresión post-parto. Esto último como consecuencia del contacto
cercano.
¿Es mejor
cargarlo en mis brazos?
Cuando el bebé es recién sí, pues el calor
humano que se transmite piel con piel le da mucha seguridad. Por otro lado, una
vez que empieza a crecer y a aumentar de peso no sólo puede ser un problema
para la columna vertebral de quien lo sostiene, sino que el mismo peque puede
comenzar a sentirse harto de estar siempre en la misma posición y con ganas de
explorar el mundo.
¿En qué
debo de fijarme para comprar un canguro?
Debes usar un canguro ergonómico que se
adapte al cuerpo de quien lo va a usar y al tamaño de tu bebé. Hay algunos
ajustables, según su etapa de desarrollo y otros que sólo sirven para
determinadas edades. Lo más importante es que la espalda de tu peque tenga un
buen soporte para que su columna vertebral está protegida en todo momento.
¿Lo debo
cargar siempre viendo hacia mi pecho?
Una vez que tu peque tenga buen control
sobre su cabeza y pueda sentarse por sí mismo en una superficie plana
(alrededor de los 5 o 6 meses) ya puedes voltearlo para que sentadito sobre el
canguro y observe el mundo mientras pasean. Siempre que lo sientes, ya sea de
espaldas o de frente, asegúrate de que ninguna parte de su cuerpo esté
presionada. El objetivo es que tanto tú como él se sientan lo más cómodos
posible.
¿Qué debo
hacer yo mientras uso el canguro con mi bebé?
Al tener los brazos libres podrás moverte con
mayor facilidad mientras tu peque descubre su entorno, pero es importante que
aprietes el abdomen mientras lo cargas para proteger tu propia columna.
Recuerda que antes de que existieran los canguros modernos, durante miles de
años las mujeres han cargado a sus hijos con la ayuda de distintos tipos de rebozos
y telas, así que es cosa de adaptarte y disfrutar el momento.
¡Gracias por compartir esta información y
por ser parte de la Generación BioBaby!
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