Las vacaciones en tu ciudad son una alternativa interesante. Realiza el plan de la misma manera como si viajaras lejos de tu hogar. Es posible que existan lugares que no has visitado, escribe el itinerario y busca la información de cómo acceder al lugar y los horarios de visita.
¿Cuántos museos no conoces? ¿Parques, lagunas, zonas arqueológicas? ¿Restaurantes, tianguis turísticos? Con seguridad se estrenarán obras de teatro, conciertos y películas. A pesar de tener todo cerca, es probable que nunca hayas escuchado acerca de algunos lugares visitados por cientos de turistas nacionales y extranjeros.
Las vacaciones permiten estrechar la relación con tus hijos; puedes aprovechar también para hablar de aquellas dificultades escolares, hábitos que desean modificar, etc., y formalizar acuerdos. De la misma manera en que se acostumbra hacer la lista de propósitos cuando se acerca el año nuevo.
Puedes organizarte con otros amigos y formar un grupo divertido. Consigue un mapa para que los niños aprendan a interpretarlo y fija las rutas de las visitas para cada día. Si decides comenzar por los históricos, documéntate de antemano, de esa manera podrás explicarles todo. Pide en los centros de información turística los catálogos gratuitos e incluye tomar un helado o el lunch en los lugares para turistas. A tus hijos les encantará mezclarse con gente de otros lugares, se sentirán visitantes en su propia ciudad y orgullosos de vivir en ella. Al volver a casa vean las fotografías y comenten las anécdotas.
Procura dejar el coche y caminar, seguramente descubrirás rincones que jamás habías visto, además, harás ejercicio.
Los museos son lugares de interés para adultos y niños. Aprenderán acerca de la riqueza histórica de su entorno. Para el verano, en muchos de ellos tienen actividades recreativas y artísticas para los pequeños. Infórmate y aparta el lugar. Pueden ser de una hora o de toda una mañana.
Los siguientes puntos de interés son los zoológicos, parques, balnearios y los pueblos de alrededor. Prepara la canasta del lunch o la merienda, las bicicletas, los binoculares y todo aquello que garantice la diversión de tus hijos. Conocer los lugares de interés enriquecerá además el conocimiento acerca de la historia, las costumbres y los atractivos naturales de tu ciudad, municipio o estado.
Existen, en prácticamente todas las ciudades, los cursos de verano o campamentos infantiles. Esta es una opción ideal para aquellos padres que trabajan durante todo el verano y no cuentan con el tiempo para pasear con sus hijos. Los pequeños estarán bien atendidos y pasarán horas en actividades muy diferentes a las escolares. Infórmate y elije aquellas que garanticen el contacto con la naturaleza y espacios diferentes. Los niños necesitan distanciarse de la rutina escolar, ¡para eso son las vacaciones! Si deseas que aprendan busca que sea a través del juego, de lo contrario volverán fastidiados al siguiente ciclo escolar.
Puedes organizar el curso de verano por las mañanas y llevarlos a las visitas a museos, cine, teatro y conciertos por las tardes.
Las vacaciones en tu ciudad pueden ser igual de divertidas que cualquier otro destino turístico y, por supuesto, más económicas.
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