Los bebés y las mascotas

Si te gustan los animales, adoptar una mascota es una buena idea. A los peques les encantan, además, la convivencia con un animal traerá grandes beneficios al desarrollo intelectual, creativo y emocional del bebé. La mascota se convertirá en un miembro más de la familia y en un motivo de felicidad.

Antes de adoptar una mascota piensa que será el compañero de juegos de tu peque y una responsabilidad para mamá y papá. Los perros son los más recomendables ya que niños y adultos pueden interactuar con ellos. Las razas pequeñas son manejables y sencillas de entrenar, en su mayoría entran dentro de la categoría de perros de compañía. Pronto notarás que tu bebé y el cachorro se vuelven inseparables y te será difícil mantenerlo fuera de la casa, por eso se recomienda que sea de talla mediana o chica. En unos meses descubrirás que además de jugar, avisa cuando algo o alguien extraño se aproxima.

La mascota estimulará a tu bebé, le ayudará a expresar emociones, a desarrollar seguridad en sí mismo y en sus relaciones con el medio ambiente. Lo motivará a explorar, moverse, comunicarse. A medida que el bebé crece podrás enseñarle a cuidar de su mascota y te será sencillo inculcarle el amor y el respeto hacia todos los animales.

Todo indica que la convivencia con las mascotas refuerza el sistema inmunológico y previene la aparición de alergias. El asma o las rinitis son menos frecuentes en los niños que conviven con animales.

El cachorrito crecerá mucho más rápido que tu peque, por ese motivo debes pensar en el tamaño, el peso y el carácter que tendrá cuando sea adulto. Es mucho mejor una raza amigable con los niños a un perro de guardia.

Toma en cuenta que la mascota necesitará un espacio para hacer sus necesidades, otro para dormir y otro para moverse y correr. Todos los animales son activos y sufren cuando están amarrados o en lugares muy pequeños.

Tendrás que llevarlo al veterinario para que esté al día con sus vacunas, desparasitado y limpio. Así podrá convivir con tu bebé en todo momento.

Los gatos son más independientes y no siempre están dispuestos a jugar. Las tortugas, los peces y los pájaros no son tan gratificantes porque el peque no podrá jugar y convivir con ellos, pero también son una opción cuando no se cuenta con un espacio amplio, o mami no tiene tiempo suficiente para cuidar de la mascota.