En los últimos
años hemos escuchado con inquietud y curiosidad el término de construcciones
ecológicas de casas, viviendas bioclimáticas, construcciones verdes,
edificación sostenible, pero ¿de qué se trata?
Realmente, hay
mil maneras de interpretar y realizar una construcción ecológica, por lo
general se basa en los tipos de materiales usados para levantar una estructura,
los cuales deberán ser eco-amigables. Por ejemplo, prefabricados a partir de
residuos, hormigón hecho con cenizas de biomasa, aglomerados a partir de
desechos de Tetrapack, paredes de un material a base de barro y paja, ladrillos
huecos, entre muchos otros.
Para tener una
casa y una vida más sustentable, se deben tomar en cuenta los siguientes
elementos:
Ubicación adecuada de la casa.
Esto significa alejarla de fuentes de contaminación atmosférica, acústica,
electromagnética, entre otras. Además la orientación de la construcción y sus
espacios internos, determinará el aprovechamiento adecuado de recursos
naturales.
Radiación solar: paneles
fotovoltaicos, cocinas solares, bombillos solares, calentador solar.
Hidrología:
turbinas hidráulicas.
Agua de lluvia:
reciclaje de agua.
Vientos:
aerogeneradores.
Biomasa:
reciclaje de residuos orgánicos para compost o producción de energía a través
de biodigestores.
Todo esto lo
conocemos como energías alternativas renovables, tales como la solar, la hidráulica, la eólica. Además, no pueden
faltar, sistemas y equipos para el ahorro y la producción limpia y, sin lugar a
dudas, un método de manejo adecuado de desechos y tratamiento de aguas
residuales.
El concepto de
construcción ecológica entonces debe favorecer la sustentabilidad (el
desarrollo social, el económico y el ambiental), respetando el entorno y
aprovechando los elementos de la naturaleza, lo cual resultará en una reducción
significativa del impacto ambiental que producen las construcciones comunes.
Ahora bien, no
siempre tenemos la oportunidad de construir nuestras casas desde cero, sin
embargo se pueden ajustar detalles en casa, como el manejo adecuado de desechos
y el uso de energías renovables, por citar sólo dos pequeños ejemplos, hasta
que logremos un hogar más sano, económico y amigable con el ambiente.
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