Cada día, en promedio, debido al
cepillado, peinado, lavado y actividades cotidianas, las mujeres pierden entre
50 y 100 pelitos. Después del embarazo, sin embargo, esta cifra parece aumentar
de forma exponencial y, en algunos casos, la situación se prolonga durante
varios meses. ¿Y por qué ocurre esto?
De acuerdo a ginecólogos y médicos de la
junta directiva del Hospital Monte Sinaí, en Manhattan, Nueva York, esto es
perfectamente normal y se debe en primera instancia a la ‘montaña rusa’ de
cambios hormonales por los que pasa el cuerpo femenino en torno al embarazo y
al nacimiento del bebé.
Durante los nueve meses de gestación se elevan
los niveles de estrógeno. Esta hormona, entre otras cosas, fortalece los
folículos pilosos (donde nace y crece cada pelito). Después del parto, esos
niveles disminuyen considerablemente y es cuando comienzas a extrañar tu
abundante melena.
Piensa que en un corto período de tiempo
el sistema endócrino de las mujeres debe adaptarse a un gran número de
transformaciones. El embarazo, el parto, la lactancia y el reajuste a la vida. Todo
ello implica la producción de muchas sustancias que afectan a todo el
organismo.
Según los expertos, lo normal es que tu
cuero cabelludo regrese a la normalidad para el primer cumpleaños de tu
peque. Lo que recomiendan para ayudarte
a lidiar con el problema es usar productos que le den volumen a tus peinados y,
sobre todo, tener paciencia.
¡Ojo! Si ya pasó más de año y medio de
que diste a luz y tu pelo sigue cayéndose más de lo normal, lo ideal es que
consultes a un especialista. Primero platícalo con tu ginecólogo, pues ya
conoce tu historia clínica y será más fácil que te oriente.
De cualquier manera no te preocupes, pues
en la actualidad existe un sinfín de productos y tratamientos médicos (unos más
agresivos que otros) que podrán ayudarte a solucionar el asunto.
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