Recuerda que cada peque es diferente y
que jamás debes compararlo con los demás ni forzarlo a hacer algo para lo que
aún no está preparado. Una vez que detectes que sí está listo para comenzar la
transición de los pañales a los calzoncitos entrenadores, puedes ayudarlo de la
siguiente manera:
1. Dale su espacio y algo de privacidad.
Si siente que lo estás vigilando todo el tiempo podría sentirse incómodo. El
objetivo es que sienta confianza en sí mismo.
2. Comienza a dejar que tome pequeñas
decisiones propias. Por ejemplo, dale a elegir entre dos camisetas o entre dos
diferentes pares de zapatos. Esto fomentará que se sienta independiente.
3. Festeja con él, sin exagerar, cuando
te avise que ya “se hizo” pipí o popó o que tiene ganas. Así asociará el
auto-control con algo positivo.
4. Cuando te avise que va “a hacer” o que
ya “está haciendo” popó o pipí, llévalo al baño para que lo asocie con un
espacio de higiene personal.
5. Refiérete a él como “niño grande”
cuando platiques sobre el tema. Hazlo siempre con mucho amor y paciencia. Tarde
o temprano lo logrará.
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