Montañas asombrosas

En el Día Internacional de las Montañas, el 11 de diciembre, será divertido y didáctico hablarle a tu hijo o hija acerca de las principales montañas del planeta, y realizar juntos un dibujo o collage de estas maravillas naturales. Una vez terminado, podrás enmarcarlo y colocarlo en el lugar favorito. 

Las montañas se caracterizan por tener una altitud superior a los 2.500 metros sobre el nivel del mar. Representan las formaciones geológicas más impresionantes del planeta por su belleza, variedad climática y biodiversidad. Inspiran, enseñan y representan un capítulo importante en el gran libro de la bio-alfabetización.

Elegimos tres entre las más de dos millones de montañas que existen en el mundo.

El Pico de Orizaba, situado en el límite entre los estados de Puebla y Veracruz, es el punto más alto de la República Mexicana, con una altura de 5,610 metros sobre el nivel del mar. Los antiguos pobladores de México lo llamaban Citlaltépetl que significa Cerro de la Estrella. Nieves perpetuas lo coronan y la región intertropical se encuentra en sus faldas, características que llaman la atención a alpinistas de media y alta montaña.

La leyenda cuenta que cuando la Luna aún era joven, la primera etnia de Mesoamérica habitaba esos parajes. Olmecas, se llamaban, y entre ellos se encontraba una guerrera llamada Nahuani quien se acompañaba siempre de Orizaba, una imponente águila pescadora que era su amiga y confidente. Luego de una cruenta batalla, Nahuani fue alcanzada por una flecha. Al descubrir el cuerpo inerte de Nahuani, Orizaba se elevó más allá de las nubes y en picada se precipitó sobre la tierra. En ese lugar poco a poco surgió una montaña, en ella se guardó el corazón candente de Orizaba. Transcurrieron muchos soles y lunas hasta que Orizaba despertó, recordando de inmediato a su amiga muerta en la batalla. Con furia lloró lava transformándose en el volcán más alto del territorio. Los pobladores vieron las lágrimas de fuego como brillantes estrellas y llevaron ofrendas de frutas y flores, para consolar a Orizaba y rendir culto a Nahuani.

El Monte Everest cuyo nombre tibetano es Chomolungma y significa Madre del Universo, es la montaña más alta de la Tierra con una altura de 8.848 metros y se encuentra en la cordillera del Himalaya, en la frontera entre Nepal y el Tibet. Uno de los “catorce ochomiles”, los picos de más de 8.000 metros de altura sobre el nivel del mar.

Para los budistas tibetanos las montañas son las moradas de los dioses protectores de los seres vivientes. Cuentan que la imperturbable y bondadosa diosa Miyolangsangma habita en la montaña de Chomolungma, y los sherpas (habitantes de las regiones montañosas de Nepal) elevan sus plegarias a través de banderolas de oración o caballos de viento. Con cada movimiento el caballo pintado en la tela galopa por el aire llevando las plegarias a todo el mundo.

Antes de iniciar el ascenso, presentan sus respetos, colocan ofrendas y solicitan permiso para ingresar en los dominios de la diosa. Escalar para alcanzar la cima de la montaña sagrada significa valor, disciplina, concentración, alcanzar lo inalcanzable. Cada detalle, cada suceso previos a la escalada son interpretados con sumo cuidado porque se consideran señales que indican si el ascenso será afortunado o desafortunado.

El Monte Elbrus es el punto más elevado de Europa (5.642 metros sobre el nivel del mar). Situado en la cordillera del Cáucaso, en territorio Ruso, junto con los montes Urales que marcan la frontera entre Europa y Asia. En la antigüedad se le conocía como Strobilus y según la mitología griega, el dios Zeus encadenó ahí a Prometeo, el titán que se atrevió a robar el fuego a los dioses. Cada día un buitre le arrancaría el hígado y cada noche le volvería a crecer, como castigo interminable a su osadía.

Las montañas significan vida y la mitad de la población del mundo depende del agua que proviene de ellas. Conservar la invaluable biodiversidad y su belleza es prioridad y privilegio de los seres humanos.