miércoles, 28 de octubre de 2015

El Día Nacional del Libro





Un libro es un regalo que se abrirá más de una vez; para el 12 de noviembre regala un libro a la persona que más quieras, escríbele una frase y dale un abrazo. Quizás ella no lo sepa pero el obsequio le ayudará a aumentar la agilidad mental, reforzará la memoria, favorecerá la comunicación, enriquecerá el lenguaje, activará el sistema visual, disminuirá el estrés, despertará la imaginación y la creatividad, y ante todo, leer le dará felicidad.

En esta vida moderna buscamos siempre la etiqueta para encontrar los beneficios inmediatos que repercutan en la salud o el bolsillo. Pero la buena lectura tiene un fin mucho más noble y es la de abrir la mente a otras realidades, otras maneras de apreciar la existencia.

La palabra libro proviene del latín liber, término relacionado a la corteza de un árbol. Las primeras obras manuscritas o pintadas, formadas por una serie de hojas de papel, pergamino o vitela, encuadernadas por uno de los lados y protegidas con tapas o cubiertas de mayor consistencia, fueron los primeros libros que se supone existieron en la Antigua Biblioteca de Alejandría, en la ciudad de Alejandría en el antiguo Egipto. A partir de ahí, el libro se convirtió en un poderoso artilugio capaz de transmitir la cultura y el conocimiento a través del tiempo.

Desde 1979, cada 12 de noviembre se celebra en México el Día Nacional del Libro. Esta fecha es significativa puesto que se recuerda el natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz, en 1651. La llamada Décima Musa, digna exponente del Siglo de Oro de la literatura en español, aprendió a leer y escribir en la infancia, algo sorprendente para una mujer y en esos tiempos. Su vida y obra manifiestan la preclara inteligencia y creatividad, convirtiéndola en un ejemplo de superación, valor y talento.

Leer instruye, leer enriquece el lenguaje y con ello el pensamiento. Leer ficción, como apunta Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, “es protestar contra las insuficiencias de la vida… Mi salvación fue leer, leer los buenos libros, refugiarme en esos mundos donde vivir era exaltante, intenso, una aventura tras otra, donde podía sentirme libre y volvía a ser feliz. La buena literatura tiende puentes entre gentes distintas y, haciéndonos gozar, sufrir o sorprendernos, nos une por debajo de las lenguas, creencias, usos, costumbres y prejuicios que nos separan”.

El gusto por la lectura se despierta cuando los niños crecen en un ambiente enriquecido, en el cual tienen libros interesantes junto a los juguetes. En las librerías podrás encontrar los indicados para cada edad o etapa. Desde los confeccionados en plástico, con texturas o figuras interactivas, hasta las novelas infantiles para los preescolares. Descubrir la lectura como un juego y no como algo inalcanzable o complicado, es la mejor manera de crear el gusto o hábito de la lectura.

Destina un espacio en su habitación y coloca un pequeño librero con una silla o silloncito cómodo. Siéntate a un lado y léele todos los días un cuento. En cuanto aprenda a leer se acercará al rincón de lectura para disfrutar de su momento personal con su compañero de aventuras: el libro. 

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