jueves, 1 de octubre de 2015

La medicina natural




La medicina natural ha recuperado el importante papel que desempeñó por miles de años y el 22 de octubre se considera el Día Internacional de la Medicina Natural. La Organización Mundial de la Salud refiere que esta práctica comprende una amplia variedad de terapias y prácticas que varían entre países y regiones.

Se le denomina como medicina tradicional, medicina alternativa o complementaria, a pesar de haberse empleado desde hace miles de años y su práctica contribuir a la salud humana. En la actualidad, la medicina natural provee de atención primaria a millones de personas que no cuentan con servicios de salud, y a quienes han optado por una medicina que aborda a la persona en su totalidad y con un tratamiento individualizado.

Hipócrates es considerado como el padre de la medicina, a partir de la escuela hipocrática la práctica de la medicina se dividió en dos grandes vertientes: los empiristas, atentos a las impresiones sensoriales y a la observación de los fenómenos, consideraron que la persona contaba con recursos innatos para restablecer el equilibrio dentro de su cuerpo y ofrecían los medios para apoyarlo.  Los racionalistas se basaron en las teorías y las leyes generales. Vieron el síntoma como algo independiente a la persona y de ahí surgió el concepto de enfermedad centrándose en su lucha contra ella.

El Dr. Jorge Daniel García Salman, de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, refiere que la “Medicina Natural y Tradicional, más que una suma de modalidades terapéuticas no comprendidas dentro de la medicina convencional, constituye un cuerpo de conocimientos que aborda al ser humano y al proceso salud-enfermedad de manera holística, diferente aunque complementaria, con el abordaje reduccionista que ha caracterizado a la Medicina Convencional.

La medicina alopática o convencional busca prevenir, tratar y curar las enfermedades a través del empleo de fármacos, y se centra en suprimir los síntomas por sobre las causas que los originaron. Se le conoce también como la práctica de la medicina basada en la evidencia. De ahí que los criterios correspondan al uso racional de medicamentos y técnicas quirúrgicas.

La medicina natural, al igual que la convencional, se ha desarrollado y maneja un enfoque integrativo en el que trata el cuerpo, la mente y el espíritu. La herbolaria o fitoterapia, homeopatía, terapia neural, acupuntura, digitopuntura, kinesiología, biomagnetismo, sistemas florales, complementos dietéticos, meditación, ejercicios físicos y mentales, entre otras muchas opciones, observa al ser humano como un organismo total y no como un hígado o un intestino enfermo y separado del Ser.

Idealmente la medicina natural y la medicina convencional no deberían excluirse una a la otra, sino apoyarse dependiendo de la afección que sufra la persona. Por fortuna, muchos practicantes de la medicina están ya conscientes de esto y poco a poco son más los que se suman en el esfuerzo por devolver la salud a las personas, en lugar de rivalizar entre ellos. 

Es importante señalar la diferencia entre los remedios caseros y la medicina natural. La creencia de que al ser hierbas, si no alivian tampoco enferman, es errónea. Las plantas medicinales, como su nombre lo indica, contienen substancias que deben ser administrarse para el problema específico y en dosis adecuadas. Para ello existen médicos especializados en cada una de las terapias naturales. Si se opta por la medicina natural o tradicional, lo ideal es acudir a centros especializados.

En México se ha desarrollado el conocimiento médico tradicional y además se cuenta con una enorme variedad de recursos terapéuticos y unas 10.000 especies de plantas medicinales. Son muchas las opciones y tanto en la medicina natural como en la convencional, se hace hincapié en que lo ideal es la prevención a través de una alimentación sana y el ejercicio cotidiano.

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